De origen árabe, es una obra que podemos considerar arquetípica en los conceptos de la estrategia militar para el aprovechamiento de los primeros castros celtibéricos y su reconversión en fortalezas y alcazabas de posteriores épocas. El primitivo y secular fuerte tudetano de defensa, luego sucesivamente romano, visigodo y sarraceno, fue reconstruido por los templarios y tras la desaparición física de estos, les fue entregada -la ciudad y su fortaleza- a la Orden de Santiago con lo que sufre una nueva reparación teniendo en cuenta su importancia estratégica, como consecuencia de su cercanía con las fronteras portuguesa y musulmana.