Monumento nacional desde 1926, el dolmen pasó a manos públicas en 2009. El monumento que podemos ver actualmente es una reconstrucción en sillería siguiendo la estructura original de la que aún pueden verse los ortostatos, o bloques de losa vertical que sutentaban las losas de la cubierta. El Dolmen de Toriñuelo representa uno de los mejores ejemplos de arquitectura prehistórica de la provincia de Badajoz.