Porque es Jerez esa ciudad con corazón. Ese reducto templario que te abruma en esa estampa llena entre la magia, el rigor y la nostalgia. Una ciudad de la que nunca te vas porque siempre exsten directrices que te hacen retornar a ella. Su gente encantadora, las casas encaladas, sus copiosas fuentes, palacios nobiliaros y blasonados hasta la gente sencilla. (y.de.Fdez de Córdoba).