P Cordero A, dijo:
“Es tan hermosa La Codosera! Su entorno natural, con paisajes que te hacen soñar, cuando los admiras, que el mundo es, todavía, un paraíso y no un estercolero. Pero no solo tienes que mirar sus bellezas físicas, mira , también, amigo, la amabilidad de sus habitantes, la simpatía y la educación de su gente, los que siempre te saludan cuando te ven por la calle, por el campo, etc., aunque no te conozcan. Se paran y hablan contigo para integrarte en el ambiente. Esta es una virtud que se ha perdido en las grandes ciudades, donde todos somos desconocidos y donde las prisas nos agobian el alma, trastocándonos de tal forma que no nos dejan vivir. Por eso yo, me he ha comprado un piso en este pueblo y me escapo siempre que puedo o en cuanto se me tuercen los nervios con el fin de recargar las pilas allí, entre los paisanos. “
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Y yo lo confirmo y he de decir que es muy cierto, al menos lo Hermoso de su entorno natural.
“La amabilidad de sus habitantes” cuando visitas su pueblo en temporada de truchas y notas que te reciben con los brazos abiertos, la simpatía y educación de su gente se hace patente cuando tres jóvenes pescadores forasteros piden café en un bar y les regalan con miradas inquisitivas, con actitudes desafiantes y hostiles por parte no ya solo de jóvenes inconscientes y maleducados sino de personas adultas, los padres, los padres de los jóvenes que siembran los caminos de acceso a la rivera de clavos para recibir calurosamente a los forasteros que se acercan a conocer La Codosera y a sus gentes, a sus gentes que siempre te saludan por las calles con carteles o incluso monigotes de tamaño natural con misivas que rezan “Gran Pescador, no vayas a la rivera que ya fui yo”. Y es cierto que también se paran y hablan contigo para integrarte en el ambiente, para decirte cosas tan agradables como “si os acercáis a tal o cual charco, os abrimos la cabeza” .
Pues si, al recoger los comentarios y experiencias de algunos amigos de otras regiones, así como las mías propias, lamentablemente no puedo sentir otra cosa que vergüenza ajena de que este maravilloso pueblo y su Acogedora gente se encuentren ubicados en Extremadura, mí amada Extremadura.
“Es tan hermosa La Codosera! Su entorno natural, con paisajes que te hacen soñar, cuando los admiras, que el mundo es, todavía, un paraíso y no un estercolero. Pero no solo tienes que mirar sus bellezas físicas, mira , también, amigo, la amabilidad de sus habitantes, la simpatía y la educación de su gente, los que siempre te saludan cuando te ven por la calle, por el campo, etc., aunque no te conozcan. Se paran y hablan contigo para integrarte en el ambiente. Esta es una virtud que se ha perdido en las grandes ciudades, donde todos somos desconocidos y donde las prisas nos agobian el alma, trastocándonos de tal forma que no nos dejan vivir. Por eso yo, me he ha comprado un piso en este pueblo y me escapo siempre que puedo o en cuanto se me tuercen los nervios con el fin de recargar las pilas allí, entre los paisanos. “
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Y yo lo confirmo y he de decir que es muy cierto, al menos lo Hermoso de su entorno natural.
“La amabilidad de sus habitantes” cuando visitas su pueblo en temporada de truchas y notas que te reciben con los brazos abiertos, la simpatía y educación de su gente se hace patente cuando tres jóvenes pescadores forasteros piden café en un bar y les regalan con miradas inquisitivas, con actitudes desafiantes y hostiles por parte no ya solo de jóvenes inconscientes y maleducados sino de personas adultas, los padres, los padres de los jóvenes que siembran los caminos de acceso a la rivera de clavos para recibir calurosamente a los forasteros que se acercan a conocer La Codosera y a sus gentes, a sus gentes que siempre te saludan por las calles con carteles o incluso monigotes de tamaño natural con misivas que rezan “Gran Pescador, no vayas a la rivera que ya fui yo”. Y es cierto que también se paran y hablan contigo para integrarte en el ambiente, para decirte cosas tan agradables como “si os acercáis a tal o cual charco, os abrimos la cabeza” .
Pues si, al recoger los comentarios y experiencias de algunos amigos de otras regiones, así como las mías propias, lamentablemente no puedo sentir otra cosa que vergüenza ajena de que este maravilloso pueblo y su Acogedora gente se encuentren ubicados en Extremadura, mí amada Extremadura.