RESPUESTA A CANADá:
Me parecen muy interesantes los datos que aportas en tus dos comentarios de hoy. Por mi parte, puedo aportar algo más que espero te sirva de información complementaria.
Sobre el sacerdote de. Agustín Rubio Mero, oficiante de la misa que tu mencionas en Valleseco, celebrada en 1870, puedo decirte que era natural de La Codosera. Sus padres, Pedro Rubio García y Polonia Mero Valderas, también eran naturales de La Codosera, población en la que nacieron, respectivamente, en 1812 y 1817. Don Agustín era sobrino-nieto, por línea paterna, de Manuel álvaro y Pedro Domingo Rubio Brígido, ambos sacerdotes, que llegaron a ser canónigos beneficiarios de la Catedral de Badajoz. Manuel álvaro fue nombrado, en 1834, Director del Seminario Conciliar de Badajoz.
Don Agustín ejerció su ministerio como párroco de La Codosera y Villar del Rey. Falleció el 25 de febrero de 1908.
Con respecto a tu otro comentario, sobre la Banda de Música de Alegrete y el Casino de La Codosera, tengo algunos datos que también es posible que te puedan resultar de ayuda.
Era costumbre que, con motivo de la celebración de las fiestas de La Codosera, acudiera hasta nuestro pueblo la Banda o Agrupación Musical de Alegrete. Con el tiempo se convirtió en una tradición que se repetía año tras año. Llegado el primer día de las fiestas, los vecinos de La Codosera salían a esperar a los músicos portugueses que llegaban hasta nuestro pueblo por el antiguo camino de Alegrete, conocido en su tramo más próximo al pueblo como "Calleja de los Mero" debido a que las tierras que se encontraban a un lado y otro de esta vía pertenecían a la familia que llevaba este apellido, lo mismo que la antigua Ermita de los Mártires hoy día desaparecida. La Banda salía por la mañana temprano de Alegrete, desplazándose los músicos bien a pie o a lomos de caballería, saléndoles al encuentro nuestros paisanos a la altura, aproximadamente, de la denominada todavía hoy "Tapada de los Mero". Cuando la banda se iba aproximando al pueblo, a la altura del "Puerto de los Tejares", comenzaban a tocar sus instrumentos de manera que, en la lejanía, podía ser escuchada la alegre fanfarria por los codoseranos que, impacientes, aguardaban su llegada. Anunciaban tambien su proximidad los portugueses tirando cohetes, muy sonoros, que no hacían sino aumentar la espectación de quienes, a la sombra de los alcornoques, los esperaban.
Cuando se producía el encuentro de portugueses y codoseranos, se iniciaba una ceremonia de salutaciones mutuas que venía a ser un acto de confirmación de las buenas relaciones que, tradicionalmente, se venían manteniendo. Constituía este encuentro, por decirlo de alguna manera, el comienzo del ambiente festivo que, durante unos días, presidía las calles y plazas de La Codosera. A partir de aquí, la Banda era la protagonista. Interpretando alegres melodías y pasacalles, y flanqueada por nuestros paisanos, se dirigía hacia el casco urbano bajando por la "Calleja de los Mero", que entoncer conservaba aún en buen estado su recio y ordenado empedrado (destruido décadas más tarde, entre otras causas, por el paso de los camiones que, cargados de caolín, llegaban hasta La Codosera procedentes de "El Barrero"). Después recorría las calles, haciendo brotar alegres sones de sus instrumentos, ante la espectación de nuestros antepasados. Otras veces, al llegar a la "Tapada de los Mero", la comitiva tomaba el camino que discurre entre esta y "Los Castañares" y que, tras pasar por las proximidades de la era de Eduardo Gómez, la del "Señó Adrián" y la "Tapada de las Gallinas" (donde hoy se encuentra lo que aquí llamamos "Pardaleras"), entraba en el pueblo por la Estación.
El año que tu refieres, 1932, se celebró una comida en el que citas como "Casino Republicano". Este establecimiento se encontraba situado en la Plaza de la Fuente, junto a la casa se Francisco Barroso y Afra Blanco, en el mismo lugar que, durante décadas, ha seguido ocupando un Bar, Café o Casino ("Casa de Gambello" o "Bar de Vito"). En esa época, el lugar era regentado por Justo Zumalabe y su esposa Piedad. Zumalabe no era de La Codosera. Llegó hasta aquí como conductor a sueldo de Adolfo Fernández ("El Señó Adolfo), trabajando para él al volante de un camión para el transporte de mercancías y de un coche de pasajeros. Concluida su vida como transportista, se convirtió en hostelero. En su local existía un bar en la planta baja y un gran salón en la parte de arriba donde se organizaban comidas, así como alegres y recordados bailes.
Durante los días que duraban las fiestas (pocos), los músicos portugueses permanecían en el pueblo, despertando cada día a los codoseranos con una alegre alborada, o diana floreada, que era interpretada mientras recorrían las empedradas calles de La Codosera.
Podría darte más detalles, pero creo que sería extenderme demasiado. Espero que mis comentarios te hayan servido de algo. Gracias por el interés, y el conocimiento, que demuestras sobre lo relacionado con nuestro pueblo. Si precisas alguna información más, házmelo saber a través de este foro. MEDIALUNA.
Me parecen muy interesantes los datos que aportas en tus dos comentarios de hoy. Por mi parte, puedo aportar algo más que espero te sirva de información complementaria.
Sobre el sacerdote de. Agustín Rubio Mero, oficiante de la misa que tu mencionas en Valleseco, celebrada en 1870, puedo decirte que era natural de La Codosera. Sus padres, Pedro Rubio García y Polonia Mero Valderas, también eran naturales de La Codosera, población en la que nacieron, respectivamente, en 1812 y 1817. Don Agustín era sobrino-nieto, por línea paterna, de Manuel álvaro y Pedro Domingo Rubio Brígido, ambos sacerdotes, que llegaron a ser canónigos beneficiarios de la Catedral de Badajoz. Manuel álvaro fue nombrado, en 1834, Director del Seminario Conciliar de Badajoz.
Don Agustín ejerció su ministerio como párroco de La Codosera y Villar del Rey. Falleció el 25 de febrero de 1908.
Con respecto a tu otro comentario, sobre la Banda de Música de Alegrete y el Casino de La Codosera, tengo algunos datos que también es posible que te puedan resultar de ayuda.
Era costumbre que, con motivo de la celebración de las fiestas de La Codosera, acudiera hasta nuestro pueblo la Banda o Agrupación Musical de Alegrete. Con el tiempo se convirtió en una tradición que se repetía año tras año. Llegado el primer día de las fiestas, los vecinos de La Codosera salían a esperar a los músicos portugueses que llegaban hasta nuestro pueblo por el antiguo camino de Alegrete, conocido en su tramo más próximo al pueblo como "Calleja de los Mero" debido a que las tierras que se encontraban a un lado y otro de esta vía pertenecían a la familia que llevaba este apellido, lo mismo que la antigua Ermita de los Mártires hoy día desaparecida. La Banda salía por la mañana temprano de Alegrete, desplazándose los músicos bien a pie o a lomos de caballería, saléndoles al encuentro nuestros paisanos a la altura, aproximadamente, de la denominada todavía hoy "Tapada de los Mero". Cuando la banda se iba aproximando al pueblo, a la altura del "Puerto de los Tejares", comenzaban a tocar sus instrumentos de manera que, en la lejanía, podía ser escuchada la alegre fanfarria por los codoseranos que, impacientes, aguardaban su llegada. Anunciaban tambien su proximidad los portugueses tirando cohetes, muy sonoros, que no hacían sino aumentar la espectación de quienes, a la sombra de los alcornoques, los esperaban.
Cuando se producía el encuentro de portugueses y codoseranos, se iniciaba una ceremonia de salutaciones mutuas que venía a ser un acto de confirmación de las buenas relaciones que, tradicionalmente, se venían manteniendo. Constituía este encuentro, por decirlo de alguna manera, el comienzo del ambiente festivo que, durante unos días, presidía las calles y plazas de La Codosera. A partir de aquí, la Banda era la protagonista. Interpretando alegres melodías y pasacalles, y flanqueada por nuestros paisanos, se dirigía hacia el casco urbano bajando por la "Calleja de los Mero", que entoncer conservaba aún en buen estado su recio y ordenado empedrado (destruido décadas más tarde, entre otras causas, por el paso de los camiones que, cargados de caolín, llegaban hasta La Codosera procedentes de "El Barrero"). Después recorría las calles, haciendo brotar alegres sones de sus instrumentos, ante la espectación de nuestros antepasados. Otras veces, al llegar a la "Tapada de los Mero", la comitiva tomaba el camino que discurre entre esta y "Los Castañares" y que, tras pasar por las proximidades de la era de Eduardo Gómez, la del "Señó Adrián" y la "Tapada de las Gallinas" (donde hoy se encuentra lo que aquí llamamos "Pardaleras"), entraba en el pueblo por la Estación.
El año que tu refieres, 1932, se celebró una comida en el que citas como "Casino Republicano". Este establecimiento se encontraba situado en la Plaza de la Fuente, junto a la casa se Francisco Barroso y Afra Blanco, en el mismo lugar que, durante décadas, ha seguido ocupando un Bar, Café o Casino ("Casa de Gambello" o "Bar de Vito"). En esa época, el lugar era regentado por Justo Zumalabe y su esposa Piedad. Zumalabe no era de La Codosera. Llegó hasta aquí como conductor a sueldo de Adolfo Fernández ("El Señó Adolfo), trabajando para él al volante de un camión para el transporte de mercancías y de un coche de pasajeros. Concluida su vida como transportista, se convirtió en hostelero. En su local existía un bar en la planta baja y un gran salón en la parte de arriba donde se organizaban comidas, así como alegres y recordados bailes.
Durante los días que duraban las fiestas (pocos), los músicos portugueses permanecían en el pueblo, despertando cada día a los codoseranos con una alegre alborada, o diana floreada, que era interpretada mientras recorrían las empedradas calles de La Codosera.
Podría darte más detalles, pero creo que sería extenderme demasiado. Espero que mis comentarios te hayan servido de algo. Gracias por el interés, y el conocimiento, que demuestras sobre lo relacionado con nuestro pueblo. Si precisas alguna información más, házmelo saber a través de este foro. MEDIALUNA.