Cuando hace años visité La Codosera, me enamoré tanto de ella que he dicidido irme a vivir para siempre entre los codoseranos.
Porque aquí la naturaleza es más pura, no hay atascos ni humos tóxicos y la gente es hospitalaria. ¡Cómo brillan por la noche las estrellas en un cielo purísimo. Lo dicho, ¡Qué me mudo!
Porque aquí la naturaleza es más pura, no hay atascos ni humos tóxicos y la gente es hospitalaria. ¡Cómo brillan por la noche las estrellas en un cielo purísimo. Lo dicho, ¡Qué me mudo!