Era un chaval cuando me contaron la
historia de la procedencia del nombre del
pueblo. Parece ser que tras la terrible epidemia de peste que azotó a la zona allá por el final del siglo xiv (en buena parte de
España pasó igual) dejó muy mermada a la población ya reducida de por sí al ser zona recientemente reconquistada. Al parecer, vinieron años después 20 guardas reales, una de ellos mujer, que, como
premio otorgado por la fidelidad al Rey Enrique III, le habían sido concedido privilegios y terrenos en la zona. La única mujer en la zona hizo que prosperara el pueblo de tal forma que se le concedió a la localidad el nombre de
La Guarda. Esa es la noble historia de este hermoso pueblo.
A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional en la región de
Extremadura. Desde 1834 quedó integrado en el Partido judicial de
Villanueva de la Serena.[1] En el censo de 1842 contaba con 18 hogares y 70 vecinos.