Bien hallados todos los foreros, los que escriben y los que leen, por comentarios escuchados este verano, son muchos los que abren esta página, poco a poco somos más, bienvenida Andrea, me alegra que te hallan quedado bonitos recuerdos de nuestro pueblo. A propósito YOLE: ¿Dónde estás?.
Leganés: Gracias por tu invitación, (podría decirte que me llegó tarde pero sería una escusa) dices que se acercaron solo dos amigos, yo tuve otra percepción al reconocerte, había muchos en la mesa que esta debajo del televisor del bar, ¿me equivoco?. Vendrán otras “veladas” y si sigue la invitación y el bar de Carilla en su sitio, allí estaré
Veo que habéis sacado el tema. “el cuadro Las Ánimas del Purgatorio”, que marcados nos ha dejado a más de una generación, recuerdo una noche, no tendría más de siete u ocho años, tuve una verdadera pesadilla, me negaba acostarme y eso que era al lado de mis abuelos (entonces se compartían habitación y camas), me veía en llamas por los “supuestos pecados” que un padre misionero gritando desde el pulpito decía que cometíamos.
Otro tema, este de actualidad, al volver a la “vida real” con recortes en sanidad, educación, en lo más básico de nuestra sociedad, tengo una sensación agridulce, me pregunto si "el pueblo" es el único lugar de este país donde el dinero fruye a raudales, han inaugurado un Ayuntamiento enorme, bien construido, de calidad en materiales y eso sí, “vacío”, no creáis que no me gusta, me encanta, pero ¿es necesario?, puede ser también que en mi caso particular, tenga añoranza de la vieja escuela.
Saludos a todos.
Leganés: Gracias por tu invitación, (podría decirte que me llegó tarde pero sería una escusa) dices que se acercaron solo dos amigos, yo tuve otra percepción al reconocerte, había muchos en la mesa que esta debajo del televisor del bar, ¿me equivoco?. Vendrán otras “veladas” y si sigue la invitación y el bar de Carilla en su sitio, allí estaré
Veo que habéis sacado el tema. “el cuadro Las Ánimas del Purgatorio”, que marcados nos ha dejado a más de una generación, recuerdo una noche, no tendría más de siete u ocho años, tuve una verdadera pesadilla, me negaba acostarme y eso que era al lado de mis abuelos (entonces se compartían habitación y camas), me veía en llamas por los “supuestos pecados” que un padre misionero gritando desde el pulpito decía que cometíamos.
Otro tema, este de actualidad, al volver a la “vida real” con recortes en sanidad, educación, en lo más básico de nuestra sociedad, tengo una sensación agridulce, me pregunto si "el pueblo" es el único lugar de este país donde el dinero fruye a raudales, han inaugurado un Ayuntamiento enorme, bien construido, de calidad en materiales y eso sí, “vacío”, no creáis que no me gusta, me encanta, pero ¿es necesario?, puede ser también que en mi caso particular, tenga añoranza de la vieja escuela.
Saludos a todos.