Me prometí no escribir nada hasta que no pasara la "marea", pero un comentario de Leganés me ha despertado el gusanillo, lo de los trenes de carbonilla de la dictadura. Cierto, muy cierto, es lo que cuenta, pero qué se esperaba de una dictadura como en la que estábamos, en cambio hoy tenemos la mejor línea ferroviaria del mundo, que nos ha costado 64 millones de euros. Millones de ellos (220 en concreto) tirados en tramos tales como el que pasa y para (?), por el pueblo de Tarmienta, camino a Zaragoza, que tiene mil y pico habitantes. En ese pueblo el dia que viajan dos viajeros es excepción, por lo tanto dinero tirado. En Zaragoza se hizo un espacio de macroocio en la expo del agua que costó 700 millones de euros, váis sumando? También apuntaba Leganés el hecho de que se tenía que ir a examinar a Badajoz, pero él con un bachiller se podía colocar muy requetebién entonces. Después, ya en democracia luchamos mucho para que los hijos de los trabajadores pudieran acceder a la universidad, que se ha convertido en una fabrica de parados.
Que con una dictadura pasaran estas cosas, recorte de derechos, de libertades y prestaciones sociales, entra dentro de lo esperable, pero choca con el concepto de democracia y no es tolerable. En una democracia la soberanía reside en el pueblo, y los gobernantes están a su servicio. El pueblo da su voto a determinado partido para que cumpla sus promesas, y una vez en el poder, aparte de gobernar, tienen que saber donde invertir.
Margaret Thatcher dijo una vez que la mejor presidenta de un país, es cualquier mujer que sepa llevar su casa. Un país es una casa a mayor escala
en la que hay que establecer siempre prioridades, distribuir la riqueza y no gastar mas de lo que entre en casa.
Estoy de acuerdo con el planteamiento de Leganés, y desdramatizar la situación, aún con lo calamitosa que és yo tambien lo hago.
Bueno, otro día seguiré con la polémica, que ya me vence el sueño, eso sí, si encontráis la solución antes avisadme.
Saludos a todos
Que con una dictadura pasaran estas cosas, recorte de derechos, de libertades y prestaciones sociales, entra dentro de lo esperable, pero choca con el concepto de democracia y no es tolerable. En una democracia la soberanía reside en el pueblo, y los gobernantes están a su servicio. El pueblo da su voto a determinado partido para que cumpla sus promesas, y una vez en el poder, aparte de gobernar, tienen que saber donde invertir.
Margaret Thatcher dijo una vez que la mejor presidenta de un país, es cualquier mujer que sepa llevar su casa. Un país es una casa a mayor escala
en la que hay que establecer siempre prioridades, distribuir la riqueza y no gastar mas de lo que entre en casa.
Estoy de acuerdo con el planteamiento de Leganés, y desdramatizar la situación, aún con lo calamitosa que és yo tambien lo hago.
Bueno, otro día seguiré con la polémica, que ya me vence el sueño, eso sí, si encontráis la solución antes avisadme.
Saludos a todos