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No quisiera terminar el día sin dejar constancia en este foro de que hoy, sin ambages, ha de señalarse como un hito histórico para todos nosotros. No minimicemos la noticia: que ETA deje de matar tiene que alegrar a todo el mundo. El comunicado perfecto, que algunos no dudarán en exigir, sencillamente no existe; y es verdad que podrían haber declarado su voluntad inmediata de disolverse y entregar la armas, pero con no matar para mí ya están disueltos pues esa era su sinrazón de ser; y las armas que no se usan, ni intimidan ni matan. La gestión de esta nueva etapa será difícil, ojalá el Presidente saliente y el Jefe de la Oposición estén a la altura de las circunstancias: las víctimas demandarán sus derechos y los presos creerán que ellos también tienen los suyos, y qué decir de la previsible convivencia de unos con otros. Pero un país que ha derrotado al terror con el estado de derecho en la mano -no pueden decir lo mismo las democracias que hoy nos demonizan desde el norte-, está llamado a concluir su ingente labor de manera inteligente, sin complejos y aplicando la justicia en su más pura esencia: dar a cada uno lo que le pertenece. Días vendrán en que retornen de sus escondrijos personajes despreciables (alguno hasta antipático y malencarado), pavoneándose como salvapatrias. Pero fijémonos, mucho mejor, en los miles y miles que retornarán no para salvarla sino para construírla si fuera el caso. Que los medios, medien; que no sean púlpitos, ni minaretes o altavoces de las extremidades políticas que axigirán lo imposible. Fastidia y cabrea el léxico de los medios de prensa extranjeros: separatistas, militantes, conferencia de paz, etc.; parece ser que sus libros de estilo (The New York Times) sólo les permite llamar al pan, pan y al terror, terror, cuando se caen sus torres. Y entonces no hay conferencias de paz, entre terroristas y país soberano, sino guerras y Guantánamos, son las cosas de los poderosos, entendámoslo así y pelillos a la mar. Hoy, además, con la excepción muy altisonante de la lideresa de UPyD, la aceptación del comunicado como una buena noticia sin apenas matices ha sido generalizada, esto añade sosiego.
La jornada debe terminar manteniendo vivos en nuestra memoria a tanto caído inocente, pero de manera entrañable, íntima y profunda, pues la venganza es mejor que sea divina al ser todos los dioses misericordiosos.
Y ahora sí, buenas noches a todos.
La jornada debe terminar manteniendo vivos en nuestra memoria a tanto caído inocente, pero de manera entrañable, íntima y profunda, pues la venganza es mejor que sea divina al ser todos los dioses misericordiosos.
Y ahora sí, buenas noches a todos.
