Saludos a todos los jabeños de bien. Comprendo perfectamente tus sensaciones Joaquín. Los que tuvimos que emigrar sin más remedio y con la esperanza de una vida mejor, en muchas ocasiones, somos gente sin ese apego del que disfrutan todos aquellos que nos rodean. Sólo nos queda pensar en que nuestra tierra va allá donde nosotros estemos. Y, que igual que el agua de un rio vuelve al mar, nosotros retornamos a nuestra querida Extremadura.