LA HABA: Qué entrañable era todo eso que tan bien has recordado....

Joder LEGANES, en que berenjenal te has metido, si quieres un consejo de amigo, sal de él cuanto antes sin más explicaciones.
Prefiero que continúes con mas juegos, e incluso ahora que es el tiempo de matanza, con la elaboración del chorizo y la morcilla.

Un abrazo

En primer lugar soy un jabeño que leo todas las noches antes de acostarme el foro y todo lo que contais sobre vuestra vivencias cuando erais niños en el pueblo de la haba también yo las viví pero hace mucho tiempo recuerdo que un día entrando en el ordenador de mi hija puse el nombre del pueblo para ver que se hacia por allí y la sorpresa mia fue que había un foro que se hablaba de gente del pueblo y me hizo mucha ilusión

Melchor has cogido una sana costumbre, echar un vistazo a esto te despierta el cerebro adormilado después de tantos años, esto es lo que me ha ocurrido a mí al leer tu nombre, me han venido todos los recuerdos de la noche de Reyes- será también por las fechas-, los regalos cuando los había eran austeros comparándolos con ahora, pero recordar la ilusión al levantarte de madrugada, casi siempre con niebla y frió, mucho frió y acercarte a la mesa camilla donde te habían colocado una cartera de cartón, una caja de lápices, una armónica, un tambor, una muñeca grande de cartón …. y no mucho más, una cosa para cada uno naturalmente, no se si la variedad de juguetes que había en el comercio de “La Pira” no daba para elegir o era el bolsillo, más bien sería lo segundo, no recuerdo otros juguetes y sí, esperábamos un caballo grande también de cartón, como el que utilizaba José el fotógrafo para inmortalizar a todos los niños de la calle, pero a mi casa nunca llego, la foto se hizo porque el animalito era del vecino que solo se utilizaba para este fin, creo que aún lo conserva perdido en el doblado. Aquellos Reyes bebían, porque mi padre les dejaba tres copas de aguardiente y, por la mañana estaban vacías, a alguien le ayudaría para mitigar el frío.

Saludos cordiales, que estas líneas te animen a seguir escribiendo de vez en cuando.

Qué entrañable era todo eso que tan bien has recordado. Con qué poco nos conformábamos. A mí, los Reyes, llegaron a echarme un año higos de Almoharín, secos y enharinados, ¡con los que yo tenía de la Gandarra! Qué cosas.

Saludos,