LA HABA: Que gozada debatir por la literatura, estarás conmigo...

.................... En mi descargo, querido UNOMAS, debo repetirte que lo único que pretendí (con la máxima ilusión) fue persuadiros, con humor, de que el peso inmenso de la obra de Gabriel no podía dejar de disfrutarse, o empañarse, por un párrafo (o todo un libro) en boca de un personaje ficticio por él creado. Te prometo que no he salido a tomar copas con él, ni con Delgadina, ni con Damiana, ni con Dulcinea, ni con la Regenta, ni con Lola Espejo Oscuro, ni con Madame Bovary, porque sólo viven cuando se les lee, y se les lee poco y mal, y además no se puede chatear con ellos porque son rehenes de sus creadores, qué más quisiera yo. Mi imaginación siempre está volando, y mi curiosidad siempre alerta (de ahí mi eterna juventud como Dorian Gray, jejejeje, que diría Pepe) pero debo de confesar también mi extraordinaria candidez y sorpresa al comprobar cómo mi humilde creación (tendente a demostrar que los personajes ficticios mueren a manos de su creador sin salpicar sangre ni infligir daño) ha degenerado –buena palabra- en fuente, cuando menos, de ácida discrepancia.

Si algún día, UNOMAS, los astros nos hacen coincidir (como te acabo de decir anteriormente), te darás perfecta cuenta de que tu “capote defensivo” (perdón por el término taurino) no hubiera hecho falta: pues contraponer mi sensibilidad crónica y mi amor a los animales –ambas están a la vista- a una hipotética connivencia con la depravación de personajes literarios, de verdad, es tan de agradecer como innecesario. Dos chatos que tu te tomaras conmigo, te repito, te bastarían para darte cuenta de todo ello, como te decía antes soy un hombre normal que si algo transgrede no es nada que dañe.

Dicho lo cual, yo declaro, y no es contradictorio, mi gusto por ese mundo de la putería. No por la putería en sí, sino por los dramas que la generan, lo que en sí engendra de lastimoso, su ámbito sórdido y todo lo que la circunda. Ese mundo me fascina, pero a la manera que fascina un horror malsano, como fuente de la que brotan sentimientos fuertes dignos de ser escritos. ¿Alguien cree que sin estos submundos, J. L. Sanpedro, Cela, V. Voolff, Zola, Balzac, V. Llosa, Gabriel, T. Capote, O. Wilde, y otros muchos podrían habernos deleitado con sus obras?, ¿o es que la buena literatura se hace relatando la pía vida de un matrimonio ejemplar, con una parejita de niños que hacen la primera comunión de largo, trabajo estable y pagando las letras del coche religiosamente? Esto puede ser ejemplar, pero escribirlo aburriría a las moscas. El material humano del que se hacen las creaciones literarias necesita de los comportamientos extremos de la condición humana: celos, perfidia, infidelidad, crimen, putas, homosexuales, videntes, piratas, violadores, marimantas, mantarujas (jejejeje), guerras, injusticias, y un montón más de truhanes y despropósitos, son los ingredientes necesarios para sobrecogernos y emocionarnos. Está la comedia, claro, pero necesita también del enredo y, en cualquier caso, del pecado y la transgresión para tener chispa y tirón. Lo que ejemplifica ya lo escribieron casi todo don José María Pemán y Alejandro Casona, que en paz descansen y mi respetos para ellos. (El gaditano propuso al Difunto una letra muy patriótica para el Himno Nacional, y el General –cómo sería la letra- le dijo “que empachaba”). También es muy ejemplarizador el Catecismo del Padre Ripalda.

Pues sí. Yo en nuestro pueblo, puse mi seiscientos a disposición de los necesitados. Cada semana, eran cuatro y sus circunstancias, los acercaba a visitar a las meretrices calabazonas; tenían necesidad de imaginarse sólo parte -una de las manifestaciones- de lo que significa amar y, por esto, puteaban y pagaban por ello. Recuerdo como si fuera ayer, cómo mientras ellos se aliviaban –semana sí y la otra también- yo me quedaba absorto charlando con la jefa de las pupilas (una puta retirada por la edad, que de todo nos retira) y te confieso que más de una vez se me nublaron los ojos escuchando sus vivencias. Sentados, cara a cara, en una mesa camilla totalmente desnuda (la mesa), nuestro brasero y nuestra calentura eran el humo de los ducados y el anís de Las Cadenas que nos sumergían en unos diálogos que todavía guardo en el apartado más noble de mi memoria y de mi consciencia. Yo nunca “mojé”, que diría uno de mis viajeros muerto, y no sería por falta de ofertas pues la jefa, agradecida porque yo le pagara cada copa de anís a precio de pipermín de puticlub, me decía miércoles tras miércoles: “Anda, hijo, échate un polvo, te invito”, y yo que muchas gracias, pero que no. Ya desnudo de alma, aquí, puedo confesarlo (a estas alturas lo contrario también lo diría) jamás, nunca, pagué ni me fue necesario ese servicio tan respetable. Nada que ver con el periodista, del que soy su antítesis.

Nadie se prostituye por gusto, ni por vicio, esto es sencillamente antinatural e imposible: sólo puede hacerse por una necesidad perentoria. “Ni siquiera por despecho”, me añadía mi amiga de los miércoles.

(Me vienen a la mente aquellos versos de Santa Teresa, ¿o de Juan de la Cruz?:
¿Y QUIÉN ES MAS DE CULPAR/AUNQUE CUALQUIERA MAL HAGA/LA QUE PECA POR LA PAGA/ OEL QUE PAGA POR PECAR?.), o algo así.

Buenas noches a todos.

Que gozada debatir por la literatura, estarás conmigo que las grandes discusiones suelen venir por el deporte nacional, el fútbol, aquí solo se ha esbozado muy de pasada y simplemente para dar un “Visca el Barça” – sin discusión-, solo por esto vale la pena las horas que invertiste en tus escritos, y no, no necesitas ningún capote porque cuando uno es autentico las mentes estrechas no tienen cabida. Si algo he sacado claro de todo esto es hacer propósito de enmienda y para el próximo año dedicarme a leer, ni tan siquiera hace falta dinero para ello, basta con desempolvar los libros arrinconados en “El Cementerio de los libros Olvidados”-esto sí que es copia literal-, simplemente lo cojo de prestado porque lo tengo enfrente de mi, y el titulo no puede ser más acertado para lo que quiero expresar.

Los astros no se si nos harán coincidir, porque ha veces se alinean y provocan un eclipse, antiguamente esto significaba malos presagios y ahora es todo un espectáculo, recuerdo uno total de Luna Llena hace años en el pueblo, en la oscuridad del corral con mi hijo pequeño lo disfrutamos, para otros paso desapercibido porque prefirieron la cama, ya ves, dos formas distintas de apreciar lo que nos rodea, unos mirando al cielo y otros al suelo,- así es como me quedaría yo si acepto el par de chatos-, mirando con mucha atención mis zapatos para no dar un paso en falso. Todo esto es broma, los aceptaría de sumo grado.

Hombre Leganés, ¡que hacías de taxista ¡, de aquí si que puedes sacar un libro, los comentarios de tus viajeros una vez se habían dejado la billetera vacía y algo más serían de lo más machista, porque encima el hombre se cree en estos casos que tiene poder sobre la mujer, cuando es ella la que marca el precio y tiempo, muy bien los últimos versos del Santo/a que sea, si ellos lo dicen que tienen línea directa con Dios será verdad, hasta están aprendiendo los políticos –que de divinos no tienen nada-, que si hay alguien a sancionar es al cliente, sin ellos no hay prostitución.

Saludos a todos y hoy en especial al Caballero Andaluz..