LA HABA: Otra vez Leganés pareces leerme el pensamiento, muchas...

Otra vez Leganés pareces leerme el pensamiento, muchas veces al recorrer esas carreteras he sentido como un estremecimiento al recordar una historia triste y sobre todo muy injusta, se trataba de un buen hombre, que como el último que tu relatas trabajaba duro en ese penoso oficio, pero un día esas gafas que tan bien describes como un colador, pues efectivamente traspasaron la piedra destrozándole un ojo, los patrones explotadores conjuntamente con el capataz, no le dieron cobertura de nada, haciéndole firmar unos papeles como que allí no fue el accidente, por supuesto ni asistencia médica,, todos podemos imaginarnos en que situación económica quedo, este relato sucedió una generación anterior a esta cuadrilla que tú tan bien conoces. Aquí no acabo su historia con la injusticia, llego La Guerra, como otros salio con su familia de refugiado a no se que finca, pues bien al terminar, vuelven y a la entrada del pueblo detienen el camión que los transportaba y, directamente al cuartelillo, de allí sin explicaciones a Mérida, al final se pudo descubrir quién lo había denunciado- una mujer para más señas-, su gran delito, ir a buscar una carga de jara supongo a la finca de la denunciante, esa leña los panaderos las cambiaban por el pan, nunca dinero. Como no podía ser de otra manera lo absolvieron, pero el daño ya estaba hecho, dicen que enfermo de tristeza y tal vez de impotencia. Naturalmente no lo conocí, pero lo tengo presente.

Cuando he visto al juez Garzón sentado en el banquillo he sentido vergüenza ajena, es como el mundo al revés, pero tan difícil es entender que haya personas que simplemente quieran saber donde están sus padres, hermanos y, que intenten reparar una injusticia cuando durante tantos años no podían ni hablar de ellos, por supuesto que en el otro lado se hicieron atrocidades igualmente, pero estos durante cuarenta años fueron los héroes, esta es la diferencia.

Saludos a todos.