LA HABA: HOLA a todos ...

Como siempre, qué placentero me ha resultado pasar unos días jabeñeando: calle arriba, calle abajo, saludos (algún pésame), caminar y caminar, sierra de Magacela (cada día me gusta más), Gandarra, Sta. Catalina, Montecillo, Antigua,….. No me he dado un respiro, no sé qué tipo de ansiedad me embarga pero todo el cuerpo me pide recorrer una y otra vez –de noche, de día- cada sitio y lugar sin más orden que no sean los recuerdos que se superponen. Hay calles recién bautizadas: Zapatería, Carbonería, Entreplazas, Palomeras, Hospital, Barrios, igual existían desde hace años y yo sólo miraba al suelo y a las personas.

Me he acordado de Victoria, he recorrido de noche y lloviendo su calle –pegado a los pares- desde el núm. 2 al 26: y es verdad, qué sensación de desamparo. Aunque hay casas de reciente construcción -me ha sorprendido la que fue “Casa del Cura”- casi todas están vacías: he coronado la calle de Jesús hasta llegar a la calle Nueva, para luego bajar por la calle Cuesta. Todo muy bien conservado, salvo alguna excepción, pero todo muy en silencio. Tuve la sensación macabra de que estaba paseando por las calles de un cementerio, y es que cada puerta me recordaba un muerto, o a varios, y la mente a veces confunde los postigos con lápidas imaginarias. Pero son momentos, basta que salga alguien y te dé el cantío para sentirte vivo y convencerte, no obstante la nostalgia, de que estás vivo y que vale la pena.

Llama la atención la cantidad de gente que anda con muletas en nuestro pueblo, unos por la edad y otros por los padecimientos. También me sorprenden los que, pudiendo andar sin muletas, se mueven en coche para hacer cualquier recadillo: y la mayoría son mujeres, ¡qué conductoras son las jabeñas, por Dios!, y qué parlanchinas, a la hora de pagar, arremolinadas con la cajera, se suscitan tertulias de lo más varipintas: el tiempo, los dolores y la crisis son los temas más preferidos. Los saludos, tan crudos como siempre: “Qué gordísimo estás Leganés”, “Quítate esa barbas, que pareces Barquito”, “ ¿Cuándo os vais?”, “ ¡Anda, que bien cojonúo que estás!”.

No ha llovido estos días todo lo que hacía falta, y la poca agua caída ha sido insuficiente para cambiar el rumbo de los cereales que –ya espigados- más valdrán para alpacas que para grano. El ganado mal, a ver si por lo menos crece la hierba y se ahorran parte del dinero del pienso: una oveja necesita medio kilo diario de pienso compuesto si falta la hierba, y vale 42 pta../Kg., o sea, un rebaño de 500 ovejas tiene un coste de 10.500 pta. diarias para subsistir, y súmale el resto de costes. El tema del cochino es más sangrante: el precio que cobra el ganadero por kilo da cosa escribirlo. Una mala política sobre la crianza del cochino ibérico, que ha saturado el país de granjas –sin montaneras para pastar- está poniendo en serio peligro la calidad y el precio de la carne y sus derivados.

Y termino optimista. A pesar de todo (crisis, recortes, sequía), mientras que haya tierra y brazos sanos para cultivarla, los jabeños no perderán la sonrisa: y si no, que miren a mi amigo “Fortu”. (Pero “no sólo de pan vive el hombre”).

Buenas noches a todos.

HOLA a todos
Leganes dices que as estado en la haba y as paseado por sus calles y as encontrado mucha soledad no puedo pensar que en ese pueblo esten las calles tan solas ya que mis recuerdos son de ver bastantes personas en todas ellas a pesar de que faltaban muchas otras que pena que todos los pueblos esten tan solos,
espero que le tomes la palabra al señor alcalde y tomes parte en la revista paso a paso ya que tienes muchas historias que contar y muchos relatos bueno no puedo seguir escribiendo pues me reclaman otros asuntos si puedo por la noche conectare otra vez
un saludo para todos asta pronto