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Hoy entra o ha entrado el verano, estación del año que me gusta de manera especial, no solo por el hecho de que las vacaciones se acercan, que también, sino por la libertad que otorga el ir liberado de ropa, hacer más vida en la calle, relacionarte más con la gente, el cielo está bonito, y el Extremeño no digamos, las estrellas abundan y da gusto mirar el cielo, si además lo es en buena compañía perfecto. Oh! cuantas noches he disfrutado del cielo Extremeño, y espero seguir haciéndolo, que distinto es, que tranquilidad transmite, que maravilla poder contemplarlo, no hay que sacar ticket, ni pagar ningún canon, no tiene precio, pero cuanto valor tiene.
Contarnos Paco y Ana, si os apetece, como veis el cielo desde allí, o esas puestas de sol espectaculares.
Por el momento, quiero olvidarme –si es posible- de todo lo intranscendente, que es mucho, y centrarme en lo que realmente te llena, los tuyos, tu familia, tus amigos, el campo, la naturaleza, y disfrutar de todo ello. Estoy en un estado de aislamiento de lo que no tiene valor, será también el tiempo que acompaña. Hoy que lo económico nos inunda, por todos lados, yo me bajo de este tren o me desapunto, como diría un buen amigo, y quiero disfrutar de lo real, que son las personas.
Os preguntareis, ¿que le pasa a YOLE, que no escribe sobre economía?, con la que está cayendo, con rescates bancarios y otras yerbas –como diría Victoria- y en este caso no milagrosas, pues hoy no tengo el cuerpo para ello, pero os prometo -u os amenazo- que pronto cambiaré.
Sin pretender ser pesado, cuando ese punto de rabia esté en su punto, os aportaré algunos datos para la reflexión.
Saludos para todos
Contarnos Paco y Ana, si os apetece, como veis el cielo desde allí, o esas puestas de sol espectaculares.
Por el momento, quiero olvidarme –si es posible- de todo lo intranscendente, que es mucho, y centrarme en lo que realmente te llena, los tuyos, tu familia, tus amigos, el campo, la naturaleza, y disfrutar de todo ello. Estoy en un estado de aislamiento de lo que no tiene valor, será también el tiempo que acompaña. Hoy que lo económico nos inunda, por todos lados, yo me bajo de este tren o me desapunto, como diría un buen amigo, y quiero disfrutar de lo real, que son las personas.
Os preguntareis, ¿que le pasa a YOLE, que no escribe sobre economía?, con la que está cayendo, con rescates bancarios y otras yerbas –como diría Victoria- y en este caso no milagrosas, pues hoy no tengo el cuerpo para ello, pero os prometo -u os amenazo- que pronto cambiaré.
Sin pretender ser pesado, cuando ese punto de rabia esté en su punto, os aportaré algunos datos para la reflexión.
Saludos para todos
