En la época del Difunto los poderes fácticos eran los que definen las Ciencias Sociales: el Ejército, la Iglesia, los March, el matutino “Arriba”, Emilio Romero y su “Pueblo” (con la tercera página de “El gallo”), y poco más. Este poder, que era y es absolutamente determinante, no necesita de legitimación alguna para que sus efectos influyan y se dejen sentir en lo cotidiano y en el devenir de las sociedades en donde está anclado, le basta con los recursos que posee, a saber: armas, capacidad de inducir miedo, capital o capacidad masiva de comunicación, (debe notarse que lo digo, respectivamente). A esa España, fallida como nación –nos pongamos como nos pongamos- y hoy semifallida como Estado, ya no la vapulean y la influyen sólo aquellos internos y rancios vectores de poder: ha emergido el poder fáctico de la frase. En un mundo donde reina Groucho Marx (no hay que preocupase de ná, porque está to perdío), a un tal Mario Dragui, presidente de la entelequia BCE, le ha salido eso de “por el euro lo que haga farta”, y ha sío suficiente pa que en dos días el valor por capitalización en bolsa de las empresas españolas suba casi diez puntos porcentuales en sólo dos días, y la prima esa cruel que nos ha salío, baje 141 puntos básicos. Y digo yo: “ al carajo con el Gobierno!, nosotros hemos de cuidar a nuestro Mario pa que diga frases de estas cada dos por tres, ni reformas ni recortes ni montoros ni guindos ni sorayas: ¡MARIO! ¡MARIO! ¡MARIO!, que además es más fácil que gritá: ¡Ra-joy! ¡Ra-joy!, que es hablar como cojeando, porque no suena bien. Al italiano, vinito de Esparragosa a raudales y lo que haga farta, porque como le dé por decí “pero pa España ni agua”, entonces nos cagamos la pata abajo. Y otro a cuidá es al alemán ese que parece Ironside, el Wolgans Schäuble, que sabe un güevo del tema de la monea “España saldrá desta mu pronto” ha dicho er tío: mano santa, s’ha parao unos días la fuga de capital masivo por parte de los patriotas de siempre que, esto sí, está a punto de dar el tiro de gracia el Enfermo que tanto aman. ¡WOLGANS! ¡WOLGANS! WOLGANS! Qué coño, a mí mapetece corearlo joé. ¿Y la señá Lagarde?, esa peazo de mujé francesa que, de lo alto que lo tiene (porque hay que ve donde tiene encaramao el ch…. esa mujé), tié que jacé un gua al meá, esa del FMI, la tal Cristine, nos dice de gratis lo que nos va a pasá este año, el que viene y el siguiente, ¿pa qué coño nos hace falta Hacienda, Economía, el INE, los servicios de estudios del BBVA?, pa ná, no nos hacen falta pa ná: nos lo dice esta señora desde la Street 700 19th de Washington, si esto es un chollo joé. Este triunvirato, como aquel de Pompeyo, Craso y César, es er que nos puede salvá: prefiero que me saquen un diente sin anestesia, antes que estos hablen mal de mi España. Y, bueno, lo del Gobierno y toas esas cosas habrá que tenélos pa guardá las formas: elecciones, unas buenas campañas electorales, pa prometé, pa acusá al otro, etc. (Por cierto, qué lustre, qué guapo, qué acicalao y qué bien vestío se le ha visto a Trillo, con la Reina, saludando a los olímpicos españoles: hombres como este merecen sé embajadó en cualquier sitio, porque dejan el pabellón mu alto: manda güevos, qué lustre tiene Trillo).
Buenas noches a tó la jabeñá (Averavé qué pasa el 16 de agosto, 13 horas, an cá Luciano).
Buenas noches a tó la jabeñá (Averavé qué pasa el 16 de agosto, 13 horas, an cá Luciano).