"Cuidao" lo que revuelve la mente un dia gris de otoño, es como si el manto gris del cielo se te pegara a los ojos y todo te lo hace ver monocolor, quitándote el arcoiris de tu visión y tiñendo todo de nostalgia. Es despertarte por la mañana mirar a lo lejos la sierra de las Cruces, verla apenas cubierta por esos nubarrones negros, presagio de tormenta y despertar en tu cabeza millones de sensaciones, sentimientos e ideas escondidas floreciendo como las semillas con las primeras lluvias de Noviembre.
Andaba yo ultimamente un poco aturdido, sin ideas y hoy ¡zas! al unísono han despertado todas de golpe como un torrente de pensamientos, cavilaciones y otras cursilerias que me traen de cabeza "tó el puto día".
Me quedo pasmado viendo la claridad con la que Leganes nos disecciona el pasar de la vida, mirandola como solo el la describe desde la frialdad de un hospital, ¡me asombra este hombre!, pareciese que tuviera unas gafas especiales a traves de las cuales solo el pudiera mirar y retener esos momentos que pasan por delante y que los demas no podemos verlos, sentirlos y gozarlos como él. A veces pienso, que esto debe hacerlo sufrir mucho, creo que personas como él que desmenuzan tanto la vida y sus momentos hasta llegar casi al límite, casi descubren la verdadera razón de las cosas, su cabeza debe ser un verdadero y continuo torbellino. Me solidarizo contigo, compañero y me gustaria compartir tu carga para hacerla más ligera.
Seguiré tu consejo y me beberé la vida a tragos largos hasta intentar agotarla, exprimirla y vaciarla, así cuando llegue el final del trayecto me encontrará vacio y desnudo como al principio del camino.
Saludos amigo/as, jabeños.
Andaba yo ultimamente un poco aturdido, sin ideas y hoy ¡zas! al unísono han despertado todas de golpe como un torrente de pensamientos, cavilaciones y otras cursilerias que me traen de cabeza "tó el puto día".
Me quedo pasmado viendo la claridad con la que Leganes nos disecciona el pasar de la vida, mirandola como solo el la describe desde la frialdad de un hospital, ¡me asombra este hombre!, pareciese que tuviera unas gafas especiales a traves de las cuales solo el pudiera mirar y retener esos momentos que pasan por delante y que los demas no podemos verlos, sentirlos y gozarlos como él. A veces pienso, que esto debe hacerlo sufrir mucho, creo que personas como él que desmenuzan tanto la vida y sus momentos hasta llegar casi al límite, casi descubren la verdadera razón de las cosas, su cabeza debe ser un verdadero y continuo torbellino. Me solidarizo contigo, compañero y me gustaria compartir tu carga para hacerla más ligera.
Seguiré tu consejo y me beberé la vida a tragos largos hasta intentar agotarla, exprimirla y vaciarla, así cuando llegue el final del trayecto me encontrará vacio y desnudo como al principio del camino.
Saludos amigo/as, jabeños.
Querido Paco, he recibido un sobre verde (precioso) en el que me has enviado el libro de poemas “Tenemos un minuto para disolvernos”, de mi amigo de infancia Antonio Gómez “Papi”. Editado en 1978, veo que plasma vivencias personales del entrañable “Pincharrata” a lo largo de 1976/77 que, de verdad, ponen los pelos de punta a quien tenga un poquito de sensibilidad y memoria. Ya te contaré mis impresiones cuando haya concluido su lectura, adelantándote –porque aquellos años los viví muy intensamente- que estamos ante un retrato apasionado y sublime de las ansias de libertad que entonces nos embargaban a casi todos los jóvenes españoles: Antonio, un hombre audaz, generoso y comprometido, entregó su vida para conseguirlo y hemos de resarcirle parcialmente por su esfuerzo. Muchas gracias por la molestia que te has tomado en facilitarme este material para un trabajo que tengo en liza y que, algún día, debo concluir.
Decirte que cómo me alegra verte por aquí. Y añadirte que no me sobrevalores, que no me sonrojes, pues las sensaciones que yo vuelco aquí son simplemente el resultado o la conjunción de dos cosas: la edad y la sensibilidad. No hay nada de extraordinario en relatar la vida tal como se ve; de hecho es mi “matación”, rogar y rogar a los jabeños que nos leen, que son muchos, que también relaten sus vivencias, de la manera que sea, como quieran, como puedan, que lo que importa es lo jondo de la historia y lo que de entrañable tenga, las formas son los envoltorios de los regalos, ná más. Si tú, Paco, quieres aligerarme de lo que pesa y de lo que pasa por mi cabeza que, en efecto, está siempre en ebullición, sólo tienes que seguir escribiendo en este Foro Jabeño: que lo haces fantásticamente bien. Levántate, mira pa las Cruces y cuéntanos tus sensaciones, no necesitamos más.
Recibe un fuerte abrazo,
Decirte que cómo me alegra verte por aquí. Y añadirte que no me sobrevalores, que no me sonrojes, pues las sensaciones que yo vuelco aquí son simplemente el resultado o la conjunción de dos cosas: la edad y la sensibilidad. No hay nada de extraordinario en relatar la vida tal como se ve; de hecho es mi “matación”, rogar y rogar a los jabeños que nos leen, que son muchos, que también relaten sus vivencias, de la manera que sea, como quieran, como puedan, que lo que importa es lo jondo de la historia y lo que de entrañable tenga, las formas son los envoltorios de los regalos, ná más. Si tú, Paco, quieres aligerarme de lo que pesa y de lo que pasa por mi cabeza que, en efecto, está siempre en ebullición, sólo tienes que seguir escribiendo en este Foro Jabeño: que lo haces fantásticamente bien. Levántate, mira pa las Cruces y cuéntanos tus sensaciones, no necesitamos más.
Recibe un fuerte abrazo,