Hola a todos los foreros de La Haba. Soy nuevo en el foro, y he decidido incorporarme con motivo de la situación personal de mi amigo Carlos. Lo conocí hace ya bastantes años y, desde entonces, su presencia ha supuesto para mi un soplo de frescura, de generosidad y de categoría personal insuperable. Su vida de entrega me ha parecido siempre digna de alabanza. Él lo sabe. Cada vez que voy al pueblo, su presencia, su amistad y nuestras largas conversaciones, son para mí momentos en los que aprendo continuamente de cómo se debe ser en la vida: nunca ha tenido una mala palabra para nadie y, como dice él: "Cuando salgo de casa, dejo en ella mis problemas, y cuando vuelvo los recojo". Me entristece verle malito, pues no se lo merece. En estos momentos me siento mucho más unido a él, y mis ratos con él son aún más si cabe, un verdadero placer. Es un placer ser tu amigo, Carlos.