25 de noviembre, Día Internacional contra la Violencia de Género. Cuanto queda todavía por hacer. Las mujeres siguen muriendo año tras año por este terrorismo terrible, siguen sufriendo en su vida y en la de sus hijos e hijas agresiones físicas y psicológicas, siguen viviendo, demasiadas veces en silencio, un infierno del que es muy difícil escapar. Pero hete aquí, que aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, la violencia de género está cayendo en el olvido. Ahora se está dejando de prestar apoyo a las víctimas. Cada día las mujeres españolas tienen más dificultades para tener un empleo, para hacer compatible su vida laboral y familiar, para acceder a la educación, la sanidad, o la atención social, para ejercer sus derechos sexuales y reproductivos, para incorporarse a espacios de participación y toma de decisiones.
Pero el más sangrante de todos es el que obliga a las mujeres a vivir con violencia de género. Claro que teniendo en cuenta que la ministra responsable lo llama al asesinato de una mujer a manos de su pareja:"violencia en el entorno familiar" ¿Qué podemos esperar?
Hasta el Observatorio de Violencia de Género del Consejo General del Poder Judicial ha mostrado su preocupación con estos recortes que están causando que muchas mujeres retiren sus denuncias porque se encuentran desprotegidas
Yo solo espero que los que creemos en la igualdad y en la dignidad, sigamos luchando para conseguir la complicidad de toda la sociedad para que las mujeres tengan fuerzas suficientes para afrontar la denuncia de la violencia de las que son víctimas. Sé que es fácil decirlo y difícil hacerlo. Pero también se que si tienen el respaldo social, hallarán un asidero en el que sustentarse. Y también estoy convencida de que esta sociedad será mejor cuando alcancemos esa igualdad y ese respeto que todos merecemos.
Pero el más sangrante de todos es el que obliga a las mujeres a vivir con violencia de género. Claro que teniendo en cuenta que la ministra responsable lo llama al asesinato de una mujer a manos de su pareja:"violencia en el entorno familiar" ¿Qué podemos esperar?
Hasta el Observatorio de Violencia de Género del Consejo General del Poder Judicial ha mostrado su preocupación con estos recortes que están causando que muchas mujeres retiren sus denuncias porque se encuentran desprotegidas
Yo solo espero que los que creemos en la igualdad y en la dignidad, sigamos luchando para conseguir la complicidad de toda la sociedad para que las mujeres tengan fuerzas suficientes para afrontar la denuncia de la violencia de las que son víctimas. Sé que es fácil decirlo y difícil hacerlo. Pero también se que si tienen el respaldo social, hallarán un asidero en el que sustentarse. Y también estoy convencida de que esta sociedad será mejor cuando alcancemos esa igualdad y ese respeto que todos merecemos.
buena a toda esta buena gente del foro. yo tambien queria hoy recordar a tantas mujeres que se sienten humilladas, vejadas y ultrajadas por aquella persona que un dia le juro amor eterno. desde mi experiencia les diria que se puede salir de esa carcel en la que se llega a convertir su vida. solo necesitan un poco de coraje y valentia, nadie nadie es mas que nadie y nadie tiene derecho a decidir por ellas.... arriba las mujeres! un abrazo a toda esta buena gente del foro.
Gracias Andrea por compartir mis cuitas.
Esas cuitas, maría romero, las compartimos todas las personas que nos consideramos iguales: cada vez que uno oye, o percibe, o constata, que aún las mujeres deben esforzarse más, prepararse más y mejor, para conseguir los mismo que los hombres en el mundo laboral, por ejemplo, y luego resulta que las estadísticas -pertinazmente- indican que están peor compensadas salarialmente que aquellos, nosotros los hombres de buena voluntad nos debemos sentir mu mal. Igualmente, que haya empresas que cuando una mujer queda embarazada -pa que este mundo se perpetúe- se la señalice como un objetivo prioritario para "adelgazar" la estructura de la empresa, en vez de apoyar una verdadera conciliación familiar y laboral, los hombres hemos de sentirnos ridículamente torpes. Y cuando a una mujer se la pega, se la veja, se la arrumba en la casa, o se la ningunea porque no sigue la dictadura que impone un hombre: los otros hombres deberíamos sentirnos más mujer pa sé más iguales, y -así y todo- no es suficiente. Y para más inri, parece que las AA. PP. comienzan a escatimar gastos para remediar un poco todo esto y, si he leído bien, escatima incluso un lenguaje ajustado para rebautizar con eufemismos lo que es, lisa y llanamente, maltrato y violencia criminal de género: ESTO TIENE QUE CAMBIÁ, y lo tenemos que cambiá los hombres.
Saludos,
Saludos,