Ahora me explico que el PP abogue tanto por recortar las ayudas a los partidos políticos y a las organizaciones empresariales. Con el dinero extra que les estaba entrando, así cualquiera. Y mientras tanto si a quienes tenemos para la defensa de la clase trabajadora, termina desapareciendo pues miel sobre hojuelas. Porque en definitiva estoy convencida de que es el objetivo que persiguen.
De ahí que se opongan con esa rotundidad a cambiar la Constitución. Y digo yo, que la Constitución se aprobó hace mucho tiempo, en unas condiciones que no son las de hoy. Y, creo que los nuevos ciudadanos tienen derecho a participar en ella porque viven bajo ella. Pero está claro que si nuestra Constitución, no se somete al cambio que los nuevos tiempos requieren, morirá por sí misma. Y eso solo favorece a la derecha. Cuanto menos política haya, más tecnócratas nos gobernarán. Y Dios nos coja confesados el día que suceda eso.
El problema es que, desgraciadamente, estos temas de corrupción afectan a todos los que se dedican a la política. Pero no seremos justo si pensamos que todos son iguales. Yo pienso en esos ciudadanos que son alcaldes o concejales de pueblos pequeños que no cobran nada y que después de su trabajo, dedican sus horas al servicio de los demás. Y para ello no solo sacrifican su tiempo, sino también a su familia que debe sufrir las ausencias en favor de los demás.
Bien es verdad que me pregunto cuanta responsabilidad tenemos la ciudadanía de que sucedan las cosas. Porque alguna responsabilidad deben tener los que votan a los Fabras, Giles, Matas, Camps…
De ahí que se opongan con esa rotundidad a cambiar la Constitución. Y digo yo, que la Constitución se aprobó hace mucho tiempo, en unas condiciones que no son las de hoy. Y, creo que los nuevos ciudadanos tienen derecho a participar en ella porque viven bajo ella. Pero está claro que si nuestra Constitución, no se somete al cambio que los nuevos tiempos requieren, morirá por sí misma. Y eso solo favorece a la derecha. Cuanto menos política haya, más tecnócratas nos gobernarán. Y Dios nos coja confesados el día que suceda eso.
El problema es que, desgraciadamente, estos temas de corrupción afectan a todos los que se dedican a la política. Pero no seremos justo si pensamos que todos son iguales. Yo pienso en esos ciudadanos que son alcaldes o concejales de pueblos pequeños que no cobran nada y que después de su trabajo, dedican sus horas al servicio de los demás. Y para ello no solo sacrifican su tiempo, sino también a su familia que debe sufrir las ausencias en favor de los demás.
Bien es verdad que me pregunto cuanta responsabilidad tenemos la ciudadanía de que sucedan las cosas. Porque alguna responsabilidad deben tener los que votan a los Fabras, Giles, Matas, Camps…