Hola amigos. Ayer por la tarde que hizo mu bueno, venía yo con la bici del pantanillo siguiendo el canal hasta mi casa. A la altura de la plaza, me bajé y la llevé un rato de cabestro, cuando atravesaba la plaza vi cuatro o cinco muchachillos que jugaban alreó de un banco. Uno de ellos estaba pegando un chicle en el asiento y yo.... sí, es verdad que le reñí, le dije -niñooo, eso no se pone ahí eh! que luego se sienta la gente y se le queda pegao. Su madre que lo vio todo, aceleró el paso hacia mí y me espetó lo típico de -oye oye ¿qué le estás diciendo a mi niño? que si hay que reñirle ya estamos su padre y yo-. En cuanto a mí, aparte que no creo que esta mujé deje pegá a su niño los chicles en el sofá de su casa, no se... me salió natural, porque a mí la verdad que de chica ma reñío tol mundo; man reñío en la plaza, man reñío en el arroyo, man reñío en la salve y hasta en la calle alta cuando jugaba al plano y no pasaba ná, y ojo, que aquellas mujeres no sólo te reñían sino que se lo decían a tu madre en cuanto se la encontraban paí. A partir de aquí, me pregunto muchas cosas como, ¿no eran estos hombres y mujeres reñiores, de alguna manera, padres y madres colectivos? ¿se refuerza así en los niños el sentimiento de pertenencia a una comunidad? ¿la educación es sólo cosa de padres y colegios o también de la comunidad? ¿este es un hecho tan aislado cómo anecdótico o (espero que no) forma parte de alguna tendencia? por favor, decidme qué pensais.