Hola amigos. Ayer por la tarde que hizo mu bueno, venía yo con la bici del pantanillo siguiendo el canal hasta mi casa. A la altura de la plaza, me bajé y la llevé un rato de cabestro, cuando atravesaba la plaza vi cuatro o cinco muchachillos que jugaban alreó de un banco. Uno de ellos estaba pegando un chicle en el asiento y yo.... sí, es verdad que le reñí, le dije -niñooo, eso no se pone ahí eh! que luego se sienta la gente y se le queda pegao. Su madre que lo vio todo, aceleró el paso hacia mí y me espetó lo típico de -oye oye ¿qué le estás diciendo a mi niño? que si hay que reñirle ya estamos su padre y yo-. En cuanto a mí, aparte que no creo que esta mujé deje pegá a su niño los chicles en el sofá de su casa, no se... me salió natural, porque a mí la verdad que de chica ma reñío tol mundo; man reñío en la plaza, man reñío en el arroyo, man reñío en la salve y hasta en la calle alta cuando jugaba al plano y no pasaba ná, y ojo, que aquellas mujeres no sólo te reñían sino que se lo decían a tu madre en cuanto se la encontraban paí. A partir de aquí, me pregunto muchas cosas como, ¿no eran estos hombres y mujeres reñiores, de alguna manera, padres y madres colectivos? ¿se refuerza así en los niños el sentimiento de pertenencia a una comunidad? ¿la educación es sólo cosa de padres y colegios o también de la comunidad? ¿este es un hecho tan aislado cómo anecdótico o (espero que no) forma parte de alguna tendencia? por favor, decidme qué pensais.
Esther sobre los chicles pegado en los bancos eso no es nada, de lo que pasa en Barcelona, sobre todo los sabado por la noche en el metro los gamberros de trozando todo y con los pie puesto en los asientos y son chavales de quince o dieciseis. Y los guardia de seguridad no puede hacer nada. Yo creo que toda la sociedad tenemos que reflexionar un poco, para tener mas respeto con todo lo que nos rodea