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LA HABA: Como estos días estamos un poquito saturados de sobres,...

Como estos días estamos un poquito saturados de sobres, sobresueldos, juicios, politicos, monarquias, y demas ganadería diversa pues........... prefiero cerrar los ojos y oidos, dejar volar la imaginación a su antojo y plasmar aquí lo que de ella quiera brotar.
Me vienen a la memoria las noches otoñales e invernales de los 80, el ritual que seguíamos los jovenes por entonces, ja, ja, ja, entrabas en el Canario y la música-disco era a primera hora la protagonista, ese baile (a excepción de algun@s bailones de la época) que lo único que movíamos eran los pies, primero el derecho hacia adelante, y a continuación el izquierdo, siempre manteniendo los dos brazos semidoblados formando un ángulo de 90º grados, ¡ah! y nada de bailar cada uno a su bola, no, no, cada grupito hacía un circulo y se bailaba mirándonos a la cara y con una sonrisilla bobalicona en el rostro, las chicas comentando el entorno y nosotros con el sempiterno cubata en la mano. Un poco mas tarde la música-disco daba paso al rock, entonces la pista se despejaba y los dos o tres rokeros alucinaban con sus saltos y movimientos pélvicos al ritmo de Elvis o Moris con sus zapatos de gamuza azul, cuando los saltimbanquis ya habían sudado bastante y el color amapola invadía sus rostros, la música daba un giro de 180º grados y sonaban los acordes de una guitarra española, preludio de la ración de rumbas y sevillanas que venían a continuación, en esos momentos la pista sufría una invasión de chicas que con los brazos levantados y haciendo girar sus faldas se deleitaban con los Ecos del Rocio o similares. Debo decir que ese tipo de sonido era casi exclusivo de ellas, nosotros aprovechábamos el momento para dos cosas principalmente, 1º.- recebar el cubata, 2º.-ir preparando la estratégia que seguiríamos con lo que iba a venir a continuación de las put.. sevillanas.
¿Y que venia despues de las rumbas y sevillanas? ¡AAHH! pues venía el momento esperado por todos los tios durante toda la noche, ese momento amigos eraaaa........ ¡BAILE LENTO O AGARRADO! cuando sonaban los primeros acordes de tan deliciosas melodias, las luces se apagaban, el local se quedaba en penumbra, la gente hablaba en susurros, las bailaoras sevillanas y rumberas corrían a sentarse en los taburetes cuadrados y bajitos que estaban dispuestos alrededor del recinto y los chicos iniciábamos una procesión incesante de taburete en taburete, rogando e incluso suplicando un baile a la doncella de turno, doncellas cansadas y sudorosas de la reciente experiencia musical andaluza, que rechazaban nuestras peticiones y súplicas de juntar nuestros cuerpos en una danza inolvidable para nosotros y poco apeteccible para ellas.
Bien es cierto que siempre había alguna mas lanzada y enseguida aceptaban tu petición, entonces la bola psicodélica del techo iluminaba a la pareja y a su danza, que basicamente consistia en girar y girar, apoyada ella en tus hombros y tú de su cintura, si había suertecilla, ella en vez de apoyarse te rodeaba el cuello con los brazos y apoyaba su mejilla contra la tuya, entonces despacito muy despacito tú apretabas su cintura y......... ¡jodeeeer! ¡que momentos y que cosas!.
Alguna vez pasaba que te ponía los dos brazos como un escudo y ella marcaba su territorio inexpugnable, y otras ocasiones las había que chascaban la lengua siguiendo la canción que parecia que bailabas con una rana en la oreja. En fín, eran momentos mágicos, pero que marcaban la frontera entre irte a casa con un calentón o con un cabreo del carajo, ja, ja, ja.
Yo era mas de la música del "Doblao", pocos sitios de toda la zona tenian la calidad musical del local de Santi, en fín, otro día seguiremos, adios jabeños.