LA HABA: ………. Y este día nos levantamos con un ánimo nuevo,...

………. Y este día nos levantamos con un ánimo nuevo, distinto al de de los demás días, y desayunamos rápido, y cargamos las hamacas, los cabalitos, la caja de cartón con las empanadillas, y la barbacoa y salimos zumbando.
Y cogemos el destrozado camino de la Antigua y llegamos al paso del rio, ¡sorpresa! El agua lo inundó y lo rebasa dos cuartas por encima, y pasamos por el puente viejo, el puente añorado, nuestro puente de siempre, ¡que ilusión!. Y llegamos a la Antigua y buscamos asentamiento y tiene que ser en alto que “los bajos están húmedos”y así son peligrosos. Y encontramos un sitio apropiado y descargamos y empezamos con la cerveza y con la bota vino, las papas frita, las ceitunas, el chorizo de a matanza, el salchichón. Y de pie en la peña oteamos el horizonte y empezamos a llamar a tó lo que vemos en 50 mts. a la redonda: ¡chachooooooo toma un cachooooooo! Y el aludido cabrestea solo, y coge un cacho y un trago y dos y tres y …….. ¡chachooo, me voy que la parienta me vá a matá!, y al noveno trago se vá, y la parienta no lo mata, porque este dia no se mata a nadie, a lo mejó te miran malamente, pero ya está.
Y llega el mediodía y toas las mujeres se vuelven locas, una saca una tortilla y la otra saca dos, una saca una hortera de huevos rellenos y la otra tres horteras de chuletas rebozás, una saca un salchichón de tripa gorda y la otra un morcón de veinte kilos, no hay mesas pá tanta comia, de La Haba tenían que sé, y una saca un pan de torta y la otra dos roscas de Vito, y Pepe enciende la barbacoa y la Mari le dice que ponga sus pinchos y la Antonia que no, que no, que sus chuletas y la Petra ya por si acaso ha sacao la panceta y se la mete por la boca a Pepe pa que no haga caso a nadie,. na mas que a ella y … ¡jooooderrr!. Y terminas de comer, y estas tupío, y te entra un soporcillo agradabilísimo sentado al solito del mediodía, y cabeceas, y entras en un estao de atontamiento profundo, asi con la cabeza ladeá y los ojos achinaos que parece que te estén pasando una pluma suave, suave por la espalda y…… ¡zas! llega voceando el pesao de turno que lleva tó la puta mañana de chiringuito en chiringuito y trae una cogorza de cuidao: ¡chachoooo, yastas dormio, coñooo!, despiertas sobresaltao, con cara de vaca mirando al tren y una sonrisa bobalicona en los labios, y cagándote por dentro en su pu……le sacas una cerveza y el tio habla, y habla, y habla, y cerveza, y cerveza hata que ¡milagro! se oye en lontananza la preciosa vocecilla de la mujer del plasta: Antonioooooooo, haz el favor de venir y no me des el dia de la merendillaaaaaa, te lo pido por Dioooooosss!, y Antonio el bravucón, el macho ibérico hasta hace dos segundos, agacha la puta cabeza y acude al reclamo de la hembra enfurecida.
Y con tó este jaleo, te entran unos retortijones de tanta chuleta rebozá y tanto huevo, y te metes el rollo de papel higiénico en el bolsillo pa qué no te vea nadie, ¡como si cagar fuera un pecado!, y te lias a andar buscabdo un sitio tranquilo para la evacuación, y andas y andas y llegas al arroyo Vinagre, y viene como un toro, embravecio y ruidoso, con el coló nuestro, de nuestra tierra, colorao, y…. ¡aquí vá a sé!, te acuclillas debajo de una encina y ¡buff, que alivio, que descanso!, ¡coñooo! que viene gente, te limpias corriendo y sales de debajo de la encina, con las manos en los bolsillos, silbando, como si el que acaba de soltar aquel regalito no hubieras sido tú, je, je, je ¡que jodío!.
Y llegas de vuelta al jato y hay no menos de 40 recipientes con el mismo surtido de dulces, a saber: empanadillas, roscones y perrunillas, unas de almendra y otras de cabello de angel y tomas el café con leche y coges una empanadilla de una caja cualquiera, ¡error!, ahora tienes que probar las de las demás si no, eres hombre muerto, te las meten por la boca, por la nariz, por los ojos, será mejor dar una vuelta para bajar los dos kilos de manteca que acabamos de engullir. Y bajamos a la ermita, los críos llevan tó el santo dia dándole a la campanita, pues entras en el recinto de la iglesia, ves la cuerdecita de la campana y te tiras a ella como un gilipollas para hacer lo que llevas tó el dia criticando. Y en un rincón del recinto dos músicos jubilaos andan provocando al personal pá que dancen un poco, pero se me hace a mí, que hasta la hora del cubateo, bailecitos pocos, pocos. Y te jincas un cubata en el bar de la ermita y vas a ver a Nuestra Señora, y la haces fotillos con el móvil y después de un minutejo volvemos al asentamiento inicial.
Y botellas de wisky, ginebra, rón, vasos de tubo, coca-colas, hielo y frutos secos han invadido el territorio que antes ocupaban las empanadillas y los termos de café y leche. Y conforme avanza la tarde, truena y “chispenea”, pero debajo del toldo de rafia azul, yo solo me mojo por dentro. Y al caer la tarde, ¡empieza el espectáculo!, en la parte baja algunos romeros desmontan ya el jato, y con los vehículos cargados emprenden la marcha pero…. ¡ay amigo! los días de lluvia, las partes bajas tienen sus riesgos, el primero en salir, el coche se junde hasta los amortiguadores, la gente se arremolina, aparece un cable largo, de acero, y todos a tirar, a tirar, a tirar, el primero salió, pero ahí viene otrooooo, ese se hundió, ese no sale, un todoterreno tira de él, lo saca pero se hunde el 4x4, ja, ja, aquí viene otro saliendo, ¡Plaff! se hundio, se hundió y asi nos pasamos hora y media, coches hundidose, coches sacados, coches inmovilizados; y empieza a caer la tarde, y la jefa: ¡Pacooo! Enciende la barbacoa que ya nos vayamos cenaos, y encendemos, y mientras, vamos recogiendc. Y cuando esta casi recogió….. vengan pinchos, chuletas, panceta, cervezas fresquitas de tol dia en el hielo, y todos de pie alrededor de las brasas comemos, y nos miramos en silencio, lamentando el fin del dia y pensando “otro año mas”. Ojala nos queden muchas por delante. ¡Saludos jabeños!.