Esta receta está probá y garantizá, y no es del guguel ese.
En una vasija que sea escapaz de aguantarlo, UNOMAS, echas lo siguiente:
-3 Güevos de gallina y, aproximadamente, lo mismo que abultan estos huevo, se lo echas en volumen de leche (otros echan zumo de naranja, yo leche); y el mismo volumen de aceite de girasol.; y también el mismo volumen de azúcar.
-Le añades una cucharada de canela (ten cuidao que con esto se lempina al personal); y lo revuelves tó con un sobre de “Royal”, Ah, y le rayas una cáscara de limón, que aluego güele y sabe mu bien.
-Te podía decir que le añadieras, de golpe, ¾ de kilo de harina, marca “LAQUEADMITA”, pero mejor te digo que vayas echando harina normal hasta que la masa vaya tomando cuerpo (como cuando hacíamos gorritos).
-Cuando, después de remové y remové, la masa –al pegarla un pellizco, con perdón- se te quede el trozo del que tires entre los deos, entonces ya vale, la masa esta bien.
-Bueno, hecha la masa, ya tenías que tener preparada una generosa sartén con aceite de girasol, mu caliente (échale primero un trozo de masa, pa quitarle la mala leche alaceite y ver si ya está a punto).
-Pa darle forma a las rosquillas, ya sabes, haces dos pelotitas iguales de masa, las unes como dos siameses, y, aluego, las taladras con un dedo y las aplastas un poco hasta que se parezcan a una rosquilla: la echas al aceite, removiéndolas, porque si no se quedan sin freir por dentro. Y así una tras otra, que con lo que te he dicho salen bastantes.
-Luego, cuando las vayas sacando, las revuelcas (como hacía la burra del pobre Andrés “Cábila” en la rastrojera), en una mezcla de azúcar y polvo de canela (ya te avisé antes de los efectos), pa que se impregnen de las dos cosas y estén dulcitas por fuera.
Y na más, UNOMAS, a la media hora te las puedes machacar.
Un beso,
En una vasija que sea escapaz de aguantarlo, UNOMAS, echas lo siguiente:
-3 Güevos de gallina y, aproximadamente, lo mismo que abultan estos huevo, se lo echas en volumen de leche (otros echan zumo de naranja, yo leche); y el mismo volumen de aceite de girasol.; y también el mismo volumen de azúcar.
-Le añades una cucharada de canela (ten cuidao que con esto se lempina al personal); y lo revuelves tó con un sobre de “Royal”, Ah, y le rayas una cáscara de limón, que aluego güele y sabe mu bien.
-Te podía decir que le añadieras, de golpe, ¾ de kilo de harina, marca “LAQUEADMITA”, pero mejor te digo que vayas echando harina normal hasta que la masa vaya tomando cuerpo (como cuando hacíamos gorritos).
-Cuando, después de remové y remové, la masa –al pegarla un pellizco, con perdón- se te quede el trozo del que tires entre los deos, entonces ya vale, la masa esta bien.
-Bueno, hecha la masa, ya tenías que tener preparada una generosa sartén con aceite de girasol, mu caliente (échale primero un trozo de masa, pa quitarle la mala leche alaceite y ver si ya está a punto).
-Pa darle forma a las rosquillas, ya sabes, haces dos pelotitas iguales de masa, las unes como dos siameses, y, aluego, las taladras con un dedo y las aplastas un poco hasta que se parezcan a una rosquilla: la echas al aceite, removiéndolas, porque si no se quedan sin freir por dentro. Y así una tras otra, que con lo que te he dicho salen bastantes.
-Luego, cuando las vayas sacando, las revuelcas (como hacía la burra del pobre Andrés “Cábila” en la rastrojera), en una mezcla de azúcar y polvo de canela (ya te avisé antes de los efectos), pa que se impregnen de las dos cosas y estén dulcitas por fuera.
Y na más, UNOMAS, a la media hora te las puedes machacar.
Un beso,
Ahora sí que me has abierto el apetito y lo más importante, la sonrisa, te prometo que cuando libre me pongo con las manos en la masa.
Besos y hasta pronto.
Besos y hasta pronto.