A MI AMIGO CARLOS DONOSO PEÑA, EN MEMORIA
Decía Jorge Luis Borges: “La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte por venir”. Como bien sabes, amor, en Borges está todo. Dime, niña, ¿hacia dónde va el humo de la tristeza? ¿Para qué abrir las puertas de mi alma si sólo entran tinieblas? La vida me hiere a cada paso dejando mi imagen desvaída fragmentada en mil pedazos, rota por todas las costuras. Perdona este sinsentido, pero no encuentro esperanzas en esta muerte que llega y abraza sin ningún protocolo a mi mejor amigo. ¿Qué debo hacer? ¿Llorar eternamente ¿Gritar hasta morir? ¿Dar cuchilladas ciegas a este mundo traidor que nos hace tan vulnerables? Para eso se tienen amigos, cielo, para sentir el dolor abierto como una grieta irreparable y enterrar las cenizas de los recuerdos en un nicho frío y honorable. Un nicho donde apenas caben mis espaldas para dar a mi amigo un último abrazo, pues en su ausencia no encuentro ya consuelo.
Descansa en paz, amigo Carlos, tuya es la gloria.
Decía Jorge Luis Borges: “La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte por venir”. Como bien sabes, amor, en Borges está todo. Dime, niña, ¿hacia dónde va el humo de la tristeza? ¿Para qué abrir las puertas de mi alma si sólo entran tinieblas? La vida me hiere a cada paso dejando mi imagen desvaída fragmentada en mil pedazos, rota por todas las costuras. Perdona este sinsentido, pero no encuentro esperanzas en esta muerte que llega y abraza sin ningún protocolo a mi mejor amigo. ¿Qué debo hacer? ¿Llorar eternamente ¿Gritar hasta morir? ¿Dar cuchilladas ciegas a este mundo traidor que nos hace tan vulnerables? Para eso se tienen amigos, cielo, para sentir el dolor abierto como una grieta irreparable y enterrar las cenizas de los recuerdos en un nicho frío y honorable. Un nicho donde apenas caben mis espaldas para dar a mi amigo un último abrazo, pues en su ausencia no encuentro ya consuelo.
Descansa en paz, amigo Carlos, tuya es la gloria.