Rebaja tu factura AQUÍ

LA HABA: Estamos acostumbrados a las tardes cortas, oscuras,...

Estamos acostumbrados a las tardes cortas, oscuras, lluviosas, la noche cae enseguida y las horas se hacen eternas, tenemos mas tiempo para dedicarnos a tareas dentro de casa, leer, ver televisión, enredar con el ordenador, etc, etc. Y de pronto, las nubes se van, cambian la hora, sale el sol, las tardes son largas, los dias luminosos, todo ello nos invita a salir, a pasear, a disfrutar del campo, las actividades caseras pasan a ser al aire libre, el ordenador lo olvidamos un poco y.......... ¡EN EL FORO NO ESCRIBE NADIE!, lo siento por los muchos que sé que entran aquí a diario, con la única intención de leer, de ver que se cuece de nuevo, a ver que historia me encuentro hoy, que amigo forero se anima, pero es lo que tienen las redes sociales, unos dias tanto y otros tan poco. Para que hoy tengais algo que llevaros a la boca, os contaré una anecdota que acabo de oir en tv. a Geraldine Chaplin, la hija del genial Charlot.
Contaba Geraldine, que una de las secuencias que su padre nunca olvidaría fué aquella en que se zampaba una bota, con cordones incluidos, en <<La quimera del oro>> (pelicula de 1925). Aunque en los cines la gente no paraba de reir, a Charles Chaplin no le hizo ni pu.. gracia porque tuvo que repetir cinco veces la escena. Como la bota y los cordones eran de regaliz, acabó el gran cómico con una importante diarrea que obligó a demorar el rodaje algunas semanas. Decia la hija que desde entonces cada vez que el cómico veia regaliz, le entraban arcadas. Saludos jabeños.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Es verdad, Paco, la gente -yo el primero- tiende a la calle. Y más después de haber estao acuartelaos un montón de día por la lluvia. No obstante lo dicho, después, como tú has hecho, se puede contar algo pa el que quiera leerlo: mu buena la anécdota del Chaplin ese. Tengo leída otra que, más que una anécdota, es un quejío:

¿Sabías, Paco, que Chaplin era un entusiasta del cante flamenco? Pues sí, lo era, como yo también lo soy. Bien, pues era un forofo de don José Marchena; vino a escucharlo ... (ver texto completo)