LA HABA: Muchos de mis paisanos me piden que colabore en el...

Muchos de mis paisanos me piden que colabore en el foro aunque sólo sea de vez en cuando. Yo siempre contesto que por mi trabajo que y las diversas colaboraciones como crítico de cine en otros medios (periódico, radio y blog: www. conexiontravisbickle. blogspot. com) apenas me queda tiempo para dedicarlo a otras cosas que no sea ver todos lo estrenes de cine que se producen cada semana. De todas formas, y atendiendo a las peticiones de bastantes aficionados que siguen con interés mi trabajo, intentaré colgar en este foro jabeño algunas de mis críticas de las pelis que me parezcan más interesantes. Espero que os guste.
Los límites de la justicia
TESIS SOBRE UN HOMICIDIO 
DIRECTOR: HERNAN GOLDFRID.
INTÉRPRETES: RICARDO DARÍN, ALBERTO AMMAN, ARTURO PUIG, CALU RIVERO, FABIÁN ARENILLAS, MARA BESTELLI.
GÉNERO: INTRIGA / ARGENTINA / 2013 DURACIÓN: 106 MINUTOS.

El actor y director argentino Hernán Goldfrid (Buenos Aires, 1979) ha obtenido con su segundo largometraje un enorme éxito en su país. Cierto que me pasó bastante desapercibida (y con esto quiero decir que no me dejó ningún poso) su debut con la comedia romántica todavía inédita en España Música en espera (2009), algo que no ha ocurrido con esta producción hispano-argentina titulada TESIS SOBRE UN HOMICIDIO, un thriller psicológico que exige un cierto nivel de implicación intelectual del espectador.

Inspirada en la novela de Diego Paszkowski, el film gira en torno a Roberto Bermúdez (Ricardo Darín), abogado y profesor de Derecho Penal que está convencido de que Gonzalo (Alberto Amman), uno de los alumnos que asiste a su seminario, ha sido el autor de un brutal asesinato acaecido justo frente a la entrada del edificio de la Facultad de Derecho. Decidido a demostrar la verdad sobre el crimen, emprende una investigación personal que deriva en lo obsesivo e inevitablemente le arrastrará hacia sus zonas más oscuras, sin saber realmente cómo de cerca está la verdad.

Con ciertas resonancias a los clásicos hitchcockianos Crimen Perfecto (1954) y La Soga (1948), TESIS SOBRE UN HOMICIDIO es una muestra más de la comunión existente entre Ricardo Darín y el policíaco (El secreto de sus ojos, Nueve Reinas, El Aura) regalándonos otra magnífica interpretación para el recuerdo. El carismático actor bonaerense encarna con pulcritud el arquetipo de profesor inteligente con un punto de vanidad que le incita a iniciar una investigación que haga patente ante todos las razones de su lugar en el sol, el por qué de su merecido prestigio. La investigación apunta más allá de la búsqueda de justicia, en Gonzalo (superlativo también Alberto Amman) el experimentado penalista ha encontrado la horma de su zapato, dando comienzo una excitante partida de ajedrez en donde los análisis e hipótesis de de Roberto serán refutados por el alumno con cara de chico bueno.

Un duelo de intelectos que acaba por exasperar al profesor y le hace enfrentarse con sus propios dilemas existenciales. La película, de una impecable factura técnica, mantiene el suspense, dosificando la tensión en un medido in crescendo, para lo que Goldfrid cuenta con la inestimable ayuda de una exquisita y envolvente fotografía cortesía de Rodrigo Pulpeiro y una climática banda sonora a cargo de Sergio Moura.

Los indicios en los que basa sus conclusiones Roberto resultan muy peregrinos (el colgante de la mariposa, el ticket de una farmacia, recortes de otros crímenes con el mismo modus operandi, la pequeña daga de la justicia) da igual porque lo que verdaderamente interesa a los responsables de la función es el debate sobre lo legal y lo justo, los eternos circunloquios sobre la arbitrariedad de una justicia en la que el azar es un elemento determinante. Queda señalado, Darín nos regala de nuevo una actuación magnética y deslumbrante en un relato servido para su lucimiento, el retrato de un tipo cincuentón con debilidad por el Whisky, aficionado al boxeo, divorciado, sin demasiado apego sentimental por nada ni nadie y con un estatus valioso dentro de su profesión académica.

Como espectador llego a entender que Roberto es consciente de que existe el crimen perfecto (el final abierto que no gustará a todo el mundo pero que a mí no me desilusiona, así lo confirma) de ahí la rabia que le corroe ante su propia impotencia, incapaz de descubrir pruebas concluyentes que demuestren sus sospechas y perdiéndose en un marasmo de teoría paranoicas que le hacen mascar la tragedia. Con algún personaje intrascendente como el de preciosa Calu Rivero, el guión, no exento de agujeros, incide en esa impotencia subliminando pequeños detalles, detalles que como piezas de un laberinto de dominó se irán derrumbando hasta llegar a un clímax no por predecible menos eficiente. Me gusta especialmente la secuencia que transcurre en el museo donde se exhibe una muestra itinerante de la obra de Picasso, en la que Gonzalo descifra a Roberto el cuadro “La Crucifixión”, donde el genial artista malagueño plasmó muchas de sus obsesiones: la muerte, la religión, el sufrimiento y el sacrificio de víctimas inocentes.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Buenooooo, bueno, bueno, qué lujo pal Foro Jabeño: ya tenemos quien nos hable y nos aconseje sobre cine. Mu contento quedamos de quescribas aquí, que se ve questás mu puesto y lo haces muy bien. Es muy de agradecer que saques un poco de tiempo de tanta tarea y se lo dediques a este humilde foro, la gente lo agradecerá: esto de saber, antes de ir a verla, cómo es la penícula -dicho por alguien quentiende y casi después delestreno- es algo extraordinario. Ya hemos leído la crítica sobre "Tesis sobre ... (ver texto completo)