Buen retrato en blanco y negro del campesino jabeño o de cualquier otro pueblo, los lugares son distintos pero los hombres son iguales, pero visto por quien jamás ha trabajado en el campo, que la única añoranza que se trajo de él fueron los campos de la Antigua, la Fuentecilla o las excursiones de la escuela a los eucaliptos, te puedo asegurar que con trabajo, este bien tan preciado en estos momentos, la vida fruye con total normalidad, otra cosa distinta eran los abuelos que junto a los niños formaban el equipaje humano que no podían dejar atrás, por ellos, y especialmente por ellos daban el gran salto, ¿qué padre o madre no lo haría ahora mismo?, en realidad nada ha cambiado tanto en cuarenta años, ¿o sí?..., sí ha cambiado, faltan las oportunidades en todo el territorio nacional, toca practicar la “movilidad exterior”, qué eufemismo señores.
Saludos a todos, aquellos que un día emigraron, a los que se quedaron haciendo el pueblo más bonito, descendientes que quieren la tierra de los abuelos como suya y, a todos en general, que esto parece la radio de discos dedicados de hace medio siglo, Dios, ¡qué viejos somos ¡.
Saludos a todos, aquellos que un día emigraron, a los que se quedaron haciendo el pueblo más bonito, descendientes que quieren la tierra de los abuelos como suya y, a todos en general, que esto parece la radio de discos dedicados de hace medio siglo, Dios, ¡qué viejos somos ¡.