LA HABA: Es verdad, jajajaja, cómo se te ponía el deo de refregá...

COMO DECIAMOS AYER.... (dijo el fraile), es verdad que del hueso del albaricoque nos hacíamos un pito con un sonido estupendo, pero después de dejarnos el índice despellejao de refregar contra la piedra, y luego había que vaciar la almendra, que laboriosos que eramos!, y cuanta imaginación le hechabamos. pero no sé si tu léganes te hacias otro instrumento musical consistente en, partir la nuez por la mitad sin romper la cascara, una de las mitades vaciarla, y volver a partirla en dos sin que se resquebrajara. eso era arte!. luego se hacías dos muescas paralelas a los lados y se devanaba hilo entre las dos. cortabas los extremos de un palillo y lo introducias en el hilo, dándole la vuelta para que hiciera presión, yá podias ir pasando con rapidez desde el dedo meñique al índice. producia un sonido que imitaba a la perfección el canto de la rana. nos fabricábamos nuestros propios juguetes, eso tenia mérito, y dicen que los niños de ahora saben mucho.... y les dan juguetes que no les estimula para nada la imaginación. estos artesanales juguetes no deberían perderse, porque sí conservan en los museos las tabas y los dados con los que jugaban los romanos. porque no conservar los de nuestra generación?. buenas noches a todos.
p. d. no dije que este chime no furrulaba?. sa empeñao en ponerme gusanos.

Es verdad, jajajaja, cómo se te ponía el deo de refregá en la piedra: pero qué silbíos, Victoria, daba gusto. Me acuerdo, sí señora, me acuerdo de lo de la nuez pero ahora que me lo has refrescao tú - que qué bien has hecho en hacerlo, ya queda aquí registrao pa que lo lean los chicos cuando sean grandes-, joé, qué imaginación: no macordaba de quel sonido imitara el croar de las ranas, gracias por traerme este recuerdo tan entrañable.

Yo esto no me lo pude hacer nunca, Victoria, porque mis manos parecen los pies de otro: soy torpísimo también pa eso. Yo estoy por la labor de que se conserven estas cosas, humildemente, estoy apoyando una idea pa que un recinto -un museo- recoja la memomoria viva de los que ya no están entre nosotros, lástima que eso no sea posible en La Jaba.

AHÍ VA UNA IDEA PALALCALDE, porque esto sí que es posible:

En la peazo sede que tiene el Ayuntamiento, se podía habilitar una sala -se me ocurre que con repisas adosadas a la pared-, mesitas bajs de madera, en donde se podían recoger muchos cachivaches questán arrumbados en los doblaos jabeños: esos juguetes que tú dices, un caballito de cartón, una puntilla de bolillo antigua, un garlito "del Gordo", la lezna con la que trabajaba Casimiro, el porrillo de tres cuartos con el que partía piedra José "el Guardia", las agujas de los tapiales de tío "Carrí", la plomá de "Plomache", el sombrero de Don Fernando (con cariño, eh!), la caja de las agujas de don Valeriano............., un jocino, un dedil de segá, unas abarcas como las de "Barquito", etc. etc. etc. Y, aluego, los maestros, de vez en cuando irían con la chiquillería a visitar esa sala pa contarles cómo vivíamos nosotros, y cómo vivían los que vivieron endenante: si la idea cuajara, nos encontraríamos con una sala mu entrañable en el propio Ayuntamiento, y si no caben ahí los cacharros que los guarden en el antiguo, y cuando no haya crisis quizá pueda abrirse los domingos pa que lo vea to el jabeñerío: sería estudiar historia mu divertidamente.

Bueno, na, que Victoria mhancendío la mente,