Bueno, amigo, hablando de pecados capitales –que es de lo que de vez en cuando me acusan- no haciéndote caso, porque intuí que te escorabas por la Garnacha, he abierto la cápsula monovarietal de Tempranillo: GENIAL, Tomás, deliciosa, tu sabrás el precio, jajajaja.
He abierto, también, una “Torta de la Serena” -para que el pecado fuera de Gula mortal- y ya ha sido el acabose: el queso, hecho furtivamente, es de Quintana (el amigo Pascasio fue el que me llevó a él). Y puedo asegurarte que ni la lujuria supera esta combinación de “LEUKADE 08” con queso asentado de oveja merina, ¡Queéeeeso de oveja, queéeeeeso! ¿Te acuerdas cómo lo pregonaban?
Yo creo, amigo, que este vino está vivísimo por los cientos de burbujas que estallan en la copa, sabe a cereza madura, y a especias de las que echa Kiriqui en los salchichones, tiene el color de las moras (de las que se queja “fanegas”) y los residuos que deja al final no son de mala ejecución, sino los naturales posos que deja el buen vino que te regala un amigo: el caldo está riquísimo. El único defecto que anoto, como una penitencia de la Gula, como en todo los pecados capitales, es que el placer tiene que ser compartido con un aliado (en la Lujuria/amor), o el sufrimiento con un contrincante (en la Ira/Soberbia/cabreo) y, en este caso, he comío y he bebío solo. Es como mantener relaciones sexuales consigo mismo, jajajaja. Creo que se me entenderá, que sólo quiero mover al personal a la feliz sonrisa, porque –como siempre digo- el vino está hecho para, hablándolo, disfrutarlo y nunca como fuente de sufrimiento.
Me ha llamado mucho la atención la calidad del corcho y, una curiosidad grabada en él, la grafía de un dibujo que no sé qué significa, pero que es muy hermoso aunque no sé describirlo ni dibujarlo escribiendo: parece un signo oriental, y entiendo que es –también- el anagrama de la bodega Tobelos. Ya lo comentaremos.
Un abrazo, Tomás, estamos hablando del Tempranillo: ¡qué será de mí cuando me beba el Garnacha!, porque este LEUKADE 2008, para resumir, está riquísimo. Muchas gracias,
(Voy a guardá una botella –con tu permiso- pa compartirla con un amigo, mu sabio, con el que coincidiré más pronto que tarde en la Jaba, que lo bebe y saborea mu despacio al final de las comidas, como oficiando un rito pagano, cuando es un deleite escucharlo).
,,,,, A. M. A.,,,,,
He abierto, también, una “Torta de la Serena” -para que el pecado fuera de Gula mortal- y ya ha sido el acabose: el queso, hecho furtivamente, es de Quintana (el amigo Pascasio fue el que me llevó a él). Y puedo asegurarte que ni la lujuria supera esta combinación de “LEUKADE 08” con queso asentado de oveja merina, ¡Queéeeeso de oveja, queéeeeeso! ¿Te acuerdas cómo lo pregonaban?
Yo creo, amigo, que este vino está vivísimo por los cientos de burbujas que estallan en la copa, sabe a cereza madura, y a especias de las que echa Kiriqui en los salchichones, tiene el color de las moras (de las que se queja “fanegas”) y los residuos que deja al final no son de mala ejecución, sino los naturales posos que deja el buen vino que te regala un amigo: el caldo está riquísimo. El único defecto que anoto, como una penitencia de la Gula, como en todo los pecados capitales, es que el placer tiene que ser compartido con un aliado (en la Lujuria/amor), o el sufrimiento con un contrincante (en la Ira/Soberbia/cabreo) y, en este caso, he comío y he bebío solo. Es como mantener relaciones sexuales consigo mismo, jajajaja. Creo que se me entenderá, que sólo quiero mover al personal a la feliz sonrisa, porque –como siempre digo- el vino está hecho para, hablándolo, disfrutarlo y nunca como fuente de sufrimiento.
Me ha llamado mucho la atención la calidad del corcho y, una curiosidad grabada en él, la grafía de un dibujo que no sé qué significa, pero que es muy hermoso aunque no sé describirlo ni dibujarlo escribiendo: parece un signo oriental, y entiendo que es –también- el anagrama de la bodega Tobelos. Ya lo comentaremos.
Un abrazo, Tomás, estamos hablando del Tempranillo: ¡qué será de mí cuando me beba el Garnacha!, porque este LEUKADE 2008, para resumir, está riquísimo. Muchas gracias,
(Voy a guardá una botella –con tu permiso- pa compartirla con un amigo, mu sabio, con el que coincidiré más pronto que tarde en la Jaba, que lo bebe y saborea mu despacio al final de las comidas, como oficiando un rito pagano, cuando es un deleite escucharlo).
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