Yo opino como Tomás, me coges en frio y me dá pereza filosofar sobre este tema, ¡que conste que no es pudor!, que a veces pensé ir al Este del Edén y esperar allí un amor de esos que se presentan envueltos en una nebulosa mágica, de esos que te llenan el estómago de mariposas y en todos tus sueños eres el héroe que se sabe observado por la persona amada, mientras derrotas ejércitos en soledad, evitas catastrofes o salvas el mundo con tu fuerza y valentía, sabiendo que la recompensa es ella. Saludos, jabeños.