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LA HABA: Ingredientes: dos sillas cómodas, mesa con mantel y...

Ingredientes: dos sillas cómodas, mesa con mantel y dos servilletas de tela, una vela encendida, dos flores, una botella de cava rosado, dos copas de vidrio, dos canapés de salmón ahumado, otros dos de queso de la Serema: y dos personas racionalmente inteligentes (es conveniente que haya gente alrededor para no sentirla).

Este sambenito de lujurioso que mhaendosao Victoria -y no es la primera vez que lo hace- he de lavarlo yo anque me cueste pasá por cursi que diría mi admirado y esquivo Paco; o, dicho dotra manera, he de demostrarle questá tratando con un jabeño delicado de alma, amos que cree en la liturgia del amor, en las buenas maneras, en su parte espiritual, cómo no, ¡por la Virgen de Lantigua!, aunque no pueda pasar el probe sin los relámpagos –jejejejeje- ques cosa hermosa y también sublime y de muy entrañable escándalo cuando la tormenta es húmeda, jejejeje: brindemos amorosamente, que yo no lo hago desde…………… principios de junio?, qué lásti ma,

Manifestar un bien que se desea, un anhelo, transmitir un mensaje cifrado sin clave, hacer un guiño, anticipar una dosis de pasión, trasladar sensaciones variopintas todas ellas dulces, y todo en el más absoluto de los silencios, todo esto y más se puede lograr con el simple hecho de brindar con la persona amada: decirle “te quiero” sin hablar, decirle “te deseo” sólo con la mirada, decirle “cómo me gustaría besarte ahora” sin mover los labios, en fin, ¡cuántas cosas puede encerrar un brindis!

Brindar, los dos a solas, levantar dos copas de vidrio teñido por la perla rosada ques el vinho, es un acto sublime de creación: pues es aislarse del mundo que te circunda, amiga Victoria, abstraerse milagrosamente del entorno, crear un mundo exclusivamente para dos, donde no cabe nada más que el silencio y los rostros en los que –como un antifaz al revés- sólo quedan visibles los ojos, quizá los pómulos, y dos miradas que refulgentes de alegría se afanan en depositar en el otro lo mejor de uno: “por ti”, dices, y te responde “por nosotros”, no es otra cosa, ya digo, que un milagro: eso es un brindis amoroso. Y puede ser también el primer trueno desa tormenta que savecina y que termina con mucho aparato eléctrico, amos, multirrelampagueandorgásmicame nte, jejejejeje.

¡Tintín!, brindo con to el jabeñerío,