"Amor constante más allá de la muerte", ahí os mando un soneto
perfecto de nuestro genial "Quebebo", que me perdí el otro día por Madrid y se lo oí recitar a Rafael Álvarez "El Brujo", cordobés de pro, un hombre verdadero: cuando estéis en soledad leéroslo en voz alta ques mu terapéutico. Anda con él,
Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora a su afán ansioso lisonjera;
Mas no, de esotra parte, en la ribera,
Dejará la memoria, en donde ardía:
Nadar sabe mi llama el agua fría,
Y perder el respeto a ley severa.
Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
Venas que humor a tanto fuego han dado,
Medulas que han gloriosamente ardido:
Su cuerpo dejará no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.
Joé que bonito es.
perfecto de nuestro genial "Quebebo", que me perdí el otro día por Madrid y se lo oí recitar a Rafael Álvarez "El Brujo", cordobés de pro, un hombre verdadero: cuando estéis en soledad leéroslo en voz alta ques mu terapéutico. Anda con él,
Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora a su afán ansioso lisonjera;
Mas no, de esotra parte, en la ribera,
Dejará la memoria, en donde ardía:
Nadar sabe mi llama el agua fría,
Y perder el respeto a ley severa.
Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
Venas que humor a tanto fuego han dado,
Medulas que han gloriosamente ardido:
Su cuerpo dejará no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.
Joé que bonito es.