Esto empieza a ser otra vez el antiguo foro, por que algunas veces entre tanto comentario de peliculas de los criticos de cine (loable oficio y pa mi dificilisimo) y demas temas. Que uno no sabia ni por donde meter la cabeza. Que si la roja esto lo otro. Desde la lejania no me enteraba de na. Lo unico que tenia claro es que no podria asistir a la quedada de Tirillas o Luciano, por cierto cual de los dos es el correcto (como ahora esta de moda quitar todo lo antiguo) Sin contar con ese paisano que tenemos por ahi que hace mas km. que la maleta del fugitivo.. Pienso que me gustaria poder tener esa facilidad para el viajar que el tiene. Bueno un saludo y a ver si ya que hemos metido la cabeza tenemos terreno donde seguir arando por que antes mira que estaba el terreno duro.
Que no, hombre, A tresbolillo (por cierto, tu apodo me recuerda el método que utilizo para plantar diente de león en las pendientes y taludes), que no hay tantos críticos de cine, de hecho, aquí sólo entro yo, lo que pasa es que el protagonismo que dais algunos miembros del foro hace que mi figura se multiplique hasta el infinito. No merezco tantos honores, me basta con incordiar.
No te conozco, no sé quién eres, me jode, pero te explico: crítico de cine es un oficio tan loable como ser churrero, pero es más fácil de lo que crees, sólo se necesita amar y conocer el medio (en su dimensión técnica y artística) poseer una buena memoria selectiva -esto siempre ayuda-, un vocabulario amplio, los tiempos y conjugaciones verbales y una medida sintaxis, y si uno es capaz de aunar elementos técnicos y poéticos la crítica siempre resultará más sugerente para el lector. La mejor escuela de cine es ver y leer mucho cine. Al fin al cabo una película es un relato fílmico, es decir, una narración que bebe de una fuente literaria (el guión o libreto como parte esencial de una obra) en donde uno de sus mayores ingredientes son los diálogos.
De todas formas, aunque Camilo José Cela decía que escribir es un oficio de tinieblas, para mi es una bendición: me siento cómodamente en una butaca, buena temperatura, me agencio una bebida isotónica, espero que se apaguen las luces, veo la película y opino de manera subjetiva sobre lo que he visto. Mis impresiones serán leídas luego por mucha gente en papel y en mi blog, pero es mi opinión, no la del alguacil del ayuntamiento ni la del cuponero, la mía, por lo tanto, personal, aunque puede ser o no compartida. Recuerda siempre, en la crítica (literaria, cinematográfica, musical o teatral) la objetividad no existe.
De no ser que surja una polémica que me estimule, no suelo frecuentar con mucha asiduidad este rincón, y mi intención siempre es aportar mi granito de arena, una molécula de agua en este océano de sabiduría que representa este foro. Sin ir más lejos, desde que colaboro aquí he aprendido... he aprendido... he aprendido... bueno, ya recordaré.
Para finalizar, como veo que, como a mi, te gusta mezclar las churras con las merinas (al fin y al cabo todas son ovejas, lo que no mezclaré nunca es un león con una cabra) dices que "está de moda quitar todo lo antiguo" (sic), ¿te refieres a las estatuas ecuestres de Franco? Para que te hagas una idea, releo a Borges desde los 14 años, que nació en 1899 y murió hace ya 23 años, La parada de los monstruos (Tod Browning, 1932), El nacimiento de una nación (D. W. Griffith, 1915) y El acorazado Potemkin (S. M. Eisenstein, 1925) son todas películas antiquísimas y me parecen obras maestras redondas, totales y absolutas. La música de Jimi Hendrix me vuelve loco y nació en 1942 y murió hace ya 37 años. No se trata de lo antiguo o lo moderno, es simplemente una cuestión de calidad. De siempre ha existido el cine bueno y malo, la buena y mala música y la buena y mala literatura... y los buenos y malos tertulianos.
Si de lo que se trata es de tomar unos chatos "anca" carilla tocando las palmas y bailando el Porrompompero, yo estoy en otro mundo. Pero, vuelvo a insistir, que cada cual infle su globo, a ver a dónde le lleva.
Saludos cordiales.
No te conozco, no sé quién eres, me jode, pero te explico: crítico de cine es un oficio tan loable como ser churrero, pero es más fácil de lo que crees, sólo se necesita amar y conocer el medio (en su dimensión técnica y artística) poseer una buena memoria selectiva -esto siempre ayuda-, un vocabulario amplio, los tiempos y conjugaciones verbales y una medida sintaxis, y si uno es capaz de aunar elementos técnicos y poéticos la crítica siempre resultará más sugerente para el lector. La mejor escuela de cine es ver y leer mucho cine. Al fin al cabo una película es un relato fílmico, es decir, una narración que bebe de una fuente literaria (el guión o libreto como parte esencial de una obra) en donde uno de sus mayores ingredientes son los diálogos.
De todas formas, aunque Camilo José Cela decía que escribir es un oficio de tinieblas, para mi es una bendición: me siento cómodamente en una butaca, buena temperatura, me agencio una bebida isotónica, espero que se apaguen las luces, veo la película y opino de manera subjetiva sobre lo que he visto. Mis impresiones serán leídas luego por mucha gente en papel y en mi blog, pero es mi opinión, no la del alguacil del ayuntamiento ni la del cuponero, la mía, por lo tanto, personal, aunque puede ser o no compartida. Recuerda siempre, en la crítica (literaria, cinematográfica, musical o teatral) la objetividad no existe.
De no ser que surja una polémica que me estimule, no suelo frecuentar con mucha asiduidad este rincón, y mi intención siempre es aportar mi granito de arena, una molécula de agua en este océano de sabiduría que representa este foro. Sin ir más lejos, desde que colaboro aquí he aprendido... he aprendido... he aprendido... bueno, ya recordaré.
Para finalizar, como veo que, como a mi, te gusta mezclar las churras con las merinas (al fin y al cabo todas son ovejas, lo que no mezclaré nunca es un león con una cabra) dices que "está de moda quitar todo lo antiguo" (sic), ¿te refieres a las estatuas ecuestres de Franco? Para que te hagas una idea, releo a Borges desde los 14 años, que nació en 1899 y murió hace ya 23 años, La parada de los monstruos (Tod Browning, 1932), El nacimiento de una nación (D. W. Griffith, 1915) y El acorazado Potemkin (S. M. Eisenstein, 1925) son todas películas antiquísimas y me parecen obras maestras redondas, totales y absolutas. La música de Jimi Hendrix me vuelve loco y nació en 1942 y murió hace ya 37 años. No se trata de lo antiguo o lo moderno, es simplemente una cuestión de calidad. De siempre ha existido el cine bueno y malo, la buena y mala música y la buena y mala literatura... y los buenos y malos tertulianos.
Si de lo que se trata es de tomar unos chatos "anca" carilla tocando las palmas y bailando el Porrompompero, yo estoy en otro mundo. Pero, vuelvo a insistir, que cada cual infle su globo, a ver a dónde le lleva.
Saludos cordiales.