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HABLEMOS DE LA LA JABA, JOÉ.
Que yo sepa -y me he fijado en ello- sólo en La Haba existe el nombre de Candelo; y, si conocéis por esos mundos de dios alguno más, cómo me gustaría que me contradijerais, pero este nombre de pila podemos decir que es exclusivamente jabeño en el mundo mundial. Y además, en el propio pueblo han sido muy pocos los así llamados, tan pocos que me atrevo a nominarlos: animo a que se añadan los que se me hayan podido quedar en el olvido. ES UNA DESAS CURIOSIDADES JABEÑAS QUE ME VUELVE LOCO INVENTARIAR.
-Candelo Gallardo “el Galgo”.
Donde ahora encierra Benito el coche, antes tuvo Eulalio –su padre- un bar; y mucho antes, tuvo una taberna Pedro Jiménez, Pedro “Porra”. Bien, pues allí se acercó Candelo “el Galgo” la tarde de Nochebuena de 1947 (¿), pidió unas cubetas, y otras, y se puso el hombre de esa manera, no se quiso recoger, hacía mucho frío, la taberna cerró, durmió al raso, pulmonía, ya oficiaba don Fernando Morillo quien dijo aquello de “no tiene remedio”: falleció a los tres días. En la familia heredó su nombre su hijo menor, Candelito “el Galgo” (que falleció el hombre mu joven), y también un nieto, Candelo “el del Galgo” questá vivito. Los “Galgos”, casi todos, eran de cabello rubio.
-Candelo Osorio “el Rojo”.
Fue guardia municipal en Bujalance (Córdoba), aluego fue guarda-administrador de la finca “Las Colonias”, un buen hombre que ayudó a otros hombres. Puso al más pequeño de sus hijos Candelo “Candelito el Rojo”. Candelo era mu rubio, vamos rojo.
-Candelo González “Cucala”.
Un hombre entrañable, fue sacristán de nuestra Parroquia; amante de la libertad en el trabajo, creo que nunca tuvo jefe: vivía dignamente de la recogida de chatarra en las obras de entonces y, echándole imaginación, se convirtió en comercial de los picapedreros jabeños, les buscaba trabajillos en las obras y ellos le compensaban con un pequeño margen, a veces en especie. Que yo sepa, su nombre no lo lleva nadie en la familia. ¿Tenía el pelo rubio Cucala?
-Candelo “el Colorao”.
No mhacuerdo del apellido, casao con la María “de tío Casimiro”, era un hombre mu fuerte y mu buen trabajador; emigró a Alemania y allí tuvo una contingencia por enfermedad, tuvieron que intervenirlo de urgencia y probablemente vivió en esos momentos la insufrible soledad de la emigración. Creo que no tiene ningún descendiente con su nombre. De rubio quera, era colorao.
-Candelo Moreno “el de la Candela de Carrí”.
Emigró con su familia a las cataluñas a finales de los sesenta: qué buena persona es. Nadie más en la familia se llama como él. Su pelo, mu hermoso, siempre fue rubio.
(Qué curiosidad, todos rubios)
Bueno, ná más, a ver si en el universo conocéis algún Candelo más y lo añadimos: pero el Guiness World Records es pa La Jaba. Eso sí, como no lo subvencione la Junta, el nombre se extingue.
Saludos al jabeñerío,
Que yo sepa -y me he fijado en ello- sólo en La Haba existe el nombre de Candelo; y, si conocéis por esos mundos de dios alguno más, cómo me gustaría que me contradijerais, pero este nombre de pila podemos decir que es exclusivamente jabeño en el mundo mundial. Y además, en el propio pueblo han sido muy pocos los así llamados, tan pocos que me atrevo a nominarlos: animo a que se añadan los que se me hayan podido quedar en el olvido. ES UNA DESAS CURIOSIDADES JABEÑAS QUE ME VUELVE LOCO INVENTARIAR.
-Candelo Gallardo “el Galgo”.
Donde ahora encierra Benito el coche, antes tuvo Eulalio –su padre- un bar; y mucho antes, tuvo una taberna Pedro Jiménez, Pedro “Porra”. Bien, pues allí se acercó Candelo “el Galgo” la tarde de Nochebuena de 1947 (¿), pidió unas cubetas, y otras, y se puso el hombre de esa manera, no se quiso recoger, hacía mucho frío, la taberna cerró, durmió al raso, pulmonía, ya oficiaba don Fernando Morillo quien dijo aquello de “no tiene remedio”: falleció a los tres días. En la familia heredó su nombre su hijo menor, Candelito “el Galgo” (que falleció el hombre mu joven), y también un nieto, Candelo “el del Galgo” questá vivito. Los “Galgos”, casi todos, eran de cabello rubio.
-Candelo Osorio “el Rojo”.
Fue guardia municipal en Bujalance (Córdoba), aluego fue guarda-administrador de la finca “Las Colonias”, un buen hombre que ayudó a otros hombres. Puso al más pequeño de sus hijos Candelo “Candelito el Rojo”. Candelo era mu rubio, vamos rojo.
-Candelo González “Cucala”.
Un hombre entrañable, fue sacristán de nuestra Parroquia; amante de la libertad en el trabajo, creo que nunca tuvo jefe: vivía dignamente de la recogida de chatarra en las obras de entonces y, echándole imaginación, se convirtió en comercial de los picapedreros jabeños, les buscaba trabajillos en las obras y ellos le compensaban con un pequeño margen, a veces en especie. Que yo sepa, su nombre no lo lleva nadie en la familia. ¿Tenía el pelo rubio Cucala?
-Candelo “el Colorao”.
No mhacuerdo del apellido, casao con la María “de tío Casimiro”, era un hombre mu fuerte y mu buen trabajador; emigró a Alemania y allí tuvo una contingencia por enfermedad, tuvieron que intervenirlo de urgencia y probablemente vivió en esos momentos la insufrible soledad de la emigración. Creo que no tiene ningún descendiente con su nombre. De rubio quera, era colorao.
-Candelo Moreno “el de la Candela de Carrí”.
Emigró con su familia a las cataluñas a finales de los sesenta: qué buena persona es. Nadie más en la familia se llama como él. Su pelo, mu hermoso, siempre fue rubio.
(Qué curiosidad, todos rubios)
Bueno, ná más, a ver si en el universo conocéis algún Candelo más y lo añadimos: pero el Guiness World Records es pa La Jaba. Eso sí, como no lo subvencione la Junta, el nombre se extingue.
Saludos al jabeñerío,
El problema o la lástima, tal vez, es que es un nombre se perderá en la noche de los tiempos porque muchos de los así bautizados no han querido seguir con esa hermosa tradición en sus descendientes, algo que personalmente siempre me ha resultado muy atractivo como homenaje a quienes nos dieron la luz... sea el nombre más bonito o el más feo.