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LA HABA: Ýa ha quedado claro que tú hablas de la persona, a...

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Intentaré ser lo más escueto posible: por lo punzante de mi prosa, alguien dijo de mi que escribía con una mano en los huevos y un cuchillo entre los dientes, lo escribió como un halago porque es amigo mío y entusiasta declarado de mis crónicas. Ya sabes, eso de la subjetividad prolongada hasta el límite justo de la imprudencia. Veo que te extrañan o sorprenden muchas cosas de personalidad porque jamás hemos tenido la oportunidad de conocernos, supongo que ya es tarde para todo, me muevo en círculos muy reducidos y cada uno andamos en nuestros menesteres. De no ser así, sabrías que la muerte, la locura el sexo, el rock and roll, el cine, la música electrónica, la poesía, la novela histórica y policíaca y un sinfín de elementos más forman parte del aparataje de mi educación sentimental. También el amor, pero en esto siempre presumí de ser un hombre muy agraciado.

Hasta el menos sagaz de los lectores ha sido capaz de captar la terrible paradoja existente entre la denuncia que hace Almodóvar en su fallida película autobiográfica La mala educación, sobre los abusos de un sacerdote sobre un menor, y la defensa a ultranza que hizo de Polanski por un delito mucho más grave. De modo que no me preguntes que une a ese cuarteto sino más bien que les desune. Tienes ahí el motivo, ya relatado en mi crónica, de por qué cargo las tintas en el director manchego, o te parece a ti, porque sólo le dedico unos renglones, en otras ocasiones he sido más extenso, dedicándole algún que otro monográfico.

No, querido, Piratas es una mala película, La novena puerta (que supongo que es a la que te refieres) un film mínimamente aceptable y La muerte y la doncella un peliculón como la copa de un pino: basada en la obra teatral de Ariel Roth, se eleva como una espeluznante exploración sobre los abusos de poder y la suprema lógica de la venganza. Lo escribí cuando se estrenó y la encontrarás en todas las páginas críticas como una de sus mejores creaciones. Pero, me parece absolutamente obsceno comparar al genio polaco con Almodóvar.

Si crees que tengo inquina a Almodóvar tendrías que saber lo que piensa de él y del grueso de su obra Carlos Boyero, el crítico de cámara del diario El País, lo relaté en un artículo titulado "Boyero vs Almodóvar: Guerra en el Mátrix Progre". Pedro Almodóvar me produce grima, le aborrezco desde que premeditadamente, de manera rastrera, ruin y sin pruebas acusó a una formación política tan democrática como todas las que conforman el arco parlamentario de estar tramando un golpe de estado, con tan mala baba que lo hizo en vísperas de unas elecciones situándole a él junto a su mentira fuera del marco legal y convirtiéndose desde entonces en un ser peligroso. Lo que le podía haber costado muy caro quedó en agua de borrajas porque esa formación política acepto sus babosas disculpas demostrando así su talante inequívocamente democrático. Algo que por supuesto no le ha librado de formar parte ya de la historia de la infamia de este país. Ya me dirás si no está desnortado, si no es grotesco, y, sobre todo, si no es una pretty woman cualquiera. ¿Te imaginas a otro cineasta europeo, americano, asiático lanzando alegremente esa descomunal barbaridad? Pues yo no, sólo Pedrooooooooooo es capaz de tan singular proeza.

Se me hace largo otra vez. Almodóvar, Leganés, tiene poca defensa, es una mala persona, aunque me partiré la cara con cualquiera por defender las tres películas citadas y porque siga expresándose con la mayor de las libertades.

Sobre Borges he hablado y escrito mucho a lo largo de mi vida, nunca me pareció abstruso sino cristalino, y yo a la edad de 14 años tenía la misma capacidad intelectual que tengo hoy, sólo que mi bagaje cultural es más amplio. Uno puede pasar por esta vida leyendo sólo a Borges y morirse sin necesidad de saber nada más. No me ocurre lo mismo con Julio Cortazar, por ejemplo, en el que nunca entré a pesar de haber leído y conservar casi toda su obra.

Un abrazo, en otros comentarios peinaré otros flecos.

Ýa ha quedado claro que tú hablas de la persona, a la que no conozco, y yo hablo del artista que mencanta: asín que seguiré disfrutándole.

Gracias, un abrazo.