Gracias Tomás, por ampliar la información que ya teníamos de este desastre, aunque a mí ya me parecía de una tremenda magnitud y lo que más me duele de estas situaciones (hoy lo he leído en internet), es que haya tan malas personas que se aprovechan de estas catástrofes en su propio beneficio. Por lo que he visto, cogen a los niños que se han quedado huérfanos, haciendo redadas, y los venden como esclavos, vienen unos pequeñines llorando, que se te parte el alma, que escapaban de su aldea porque habían capturado a los demás. Parece increíble que el ser humano pueda llegar a esas bajezas. Yo suelo colaborar en estas situaciones, pero estos días he estado pasando una mala racha porque se me ha muerto el otro perrito que tenía y precisamente, cuando veo las obras de ese tipo de desalmados, es cuando más me duelen mis animales, ellos no son capaces de eso. De todas formas, y aunque no me sirve de disculpa, yo soy socia de Unicef desde que vine a Madrid, pero no obstante ayudaré en la medida de mis posibilidades en esta causa, como ya lo he hecho en otras. Pensaba hacerlo a través de Unicef, pero si me dices que las tuyas son fiables, lo haré a través de ellas. Te doy las gracias en nombre de todas las personas a las que estás ayudando, es lo que diferencia a unas personas, no lo que tienen ni lo que son, sino sus actos. Seguiremos en contacto y nos explicaras como se va coordinando y paliando el problema en la medida que se pueda.
Cuídate y te mando un fuerte abrazo.
Cuídate y te mando un fuerte abrazo.