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LA HABA: Entre otras cosas, lo bueno de tener amigos y lectores...

Entre otras cosas, lo bueno de tener amigos y lectores por todas partes es que de vez en cuando te sorprenden con algún regalo. Así, desde Santander, me acaba de llegar un curioso libro titulado "LOS PECADOS DE LA CARNE (Crónica de las publicaciones eróticas españolas)", de José María López Ruiz y que lo publicó en 2001 la editorial Temas de Hoy. No conocía su existencia, y al parecer el libro es un ameno recorrido por las publicaciones eróticas que se editaron en España desde finales del siglo XIX hasta la Guerra Civil.

En ellas se comprueba que el sexo siempre ha sido políticamente incorrecto pero bien recibido por la sociedad. Escritores y dibujantes colaboraban con revistas, libros, librillos y coleccionables con una razón de ser común: las bajas pasiones. Y dentro de ese mundillo destacaban las chicas. Unas, llamadas sicalípticas, que con su belleza y picardía, hacían la vida más agradable a pie de calle; otras, las denominadas suripantas, que ejecutaban su trabajo benefactor desde el escenario.

El libro nos dice en su introducción: "Aquí descubrirás una España tan real como las "otras", dado los tabúes que todavía hoy existen y que, pese a la capa de desmadre sensual y sexual que nos invade, aún permanecen hibernados y agazapados en nuestros cerebros. Hoy, como siempre ha ocurrido, creyéndonos el no va más en la "liberación" y licenciosidad con respecto a cualquier tiempo pasado, el contenido de este libro debería contribuir a bajarnos los humos y a ser más humildes, sobre todo si como le ocurrió a la generación postbélica, se criaron a los pechos secos y vergonzantes de la dictadura más hipócrita -moralmente hablando- de que se tiene noticia.

Sólo he leído un par de capítulos (el libro se puede leer sin seguir una cronología) titulados "Los catalanes se imponen" y "El libertinaje republicano" y me han resultado muy pedagógicos y excitantes. Para esta noche dejo uno titulado "Lo que el viento -y la guerra- se llevó".

¡Joder, con aquellas generaciones! Estoy por preguntarme si no somos ahora más castos y beatos que entonces, aunque el libro lo deja claro.

Saludos