LA HABA: Hombre, UNOMAS, qué caro te vendes joé: me alegro mucho...

Cada día despierto con la radio -fiel compañera-, y como noticia se subraya que si hoy está dedicado al día de la violencia machista, contra el sida o este fin de semana recogida de alimentos para nuestros vecinos, amigos o familiares, cualquiera se puede encontrar en esa situación en estos momentos en España y, al final, si participas, colaboras o simplemente estas presente en cualquier acto reivindicativo, la sensación que percibo no es del deber bien hecho, sino más bien de un halo de tristeza, me pregunto, ¿cómo es posible todo esto?, que un hombre pueda ejercer violencia sobre alguien a la que dicen querer, que el dinero se lo recorten al enfermo, que se pidan galletas o leche para que puedan desayunar unos niños, no me cabe otra explicación que esta sociedad, que los políticos de turno decían del bienestar, solo era una farsa a la que nos invitaron a todos a participar como figurantes, y una vez cubierto el plano del bullicio te expulsan, solo quedan los actores principales –dicen que los ricos de verdad han aumentado en estos años de crisis-, esperemos que sirva para algo la lección, y como alguien decía hace unos días por aquí, haber si lo que hoy es una utopía alguna vez se hace realidad, y jamás ningún voluntario tenga que ponerse delante de un gran-supermercado a recoger alimentos que acabas de comprar allí mismo, lo doy por bueno por el fin, pero las formas no me gustan.
Saludos para todos y hoy en especial a Angel San Juan, sus reflexiones son siempre bienvenidas.

Hombre, UNOMAS, qué caro te vendes joé: me alegro mucho de verte aquí puesto.

Ya lo dijiste tú hace unos días, que los estados repartan lo que tienen y no lo que les sobra. Crisis aparte, esa caridad en los barrios, las ONGs en marcha, la ayuda dineraria de quien algo tenga y quiera compartir, todo eso vale, está bien: pero mientras los Estados no ejerzan la solidaridad universal de verdad, organizando una red logística preventiva para repartir alimentos y creen nuevas partidas presupuestarias que eleven aquel famoso O, 7% sobre PIB hasta donde demande la parte del mundo que lo necesite, hasta entonces, habrá sed y hambre en este mundo. Y todos sabemos que poca parte de la ciudadanía se opondría a estas políticas.

En fin, ques mu tarde y estoy mu espeso; desde aquí sólo podemos desahogarnos. Recibe un fuerte abrazo,