Bueno en el tema del reloj ya se van conociendo las lindes ahora solo queda averiguar por que se suspendio ese "servicio"aunque eso es lo de menos el asunto en cuestion es por que no se reanuda o que requisitos necesarios hacen falta para que "La Corporacion"vuelva a reanudar dicha actividad si le sigue correspondiendo claro esta. ¿Alguien puede decirnos algo?
Buenos días a to el jabeñerío,
Chascho, “A tresbolillo”, no desbarremos, por ¡la Virgen de Lantigua”, joé: que el entrañable Agustín “Porrajierro” (q. e. p. d.) voluntariamente condescendiera pa mantener el reló, no quiere decir decir que el Ayuntamiento deba “reanudar el servicio”, es como si se le pidiera a la Iglesia que reanude la atención de las personas mayores que, en la época del Difunto, les dispensaba en el asilo del Hospital: cada perro se debe lamer su cipote.
Ahora bien, si al jabeñerío le hace tilín que las campanas le sosieguen tañiendo los cuartos, las medias y las horas enteras, será custión de ponderarlo, ver qué cuesta y quién lo paga y aluego decidir;: y que no se menfade don José, al que aprecio mucho como hombre y del quespero sepa encajar esta humorada. Es más, personalmente, estaría dispuesto a colaborar humildemente –como la mayoría de los jabeños- para retomar costumbres que subrayen los sabores pueblerinos.
Pero la Iglesia (bueno, las iglesias) y el Estado deben caminar por separado: amigo lo que quieras, pero el burro a la linde.
Hay que preguntar, no obstante, a Pintado en Villanueva…, averavé si vastá el reló en garantía y nos ajorramos to esta cháchara.
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Chascho, “A tresbolillo”, no desbarremos, por ¡la Virgen de Lantigua”, joé: que el entrañable Agustín “Porrajierro” (q. e. p. d.) voluntariamente condescendiera pa mantener el reló, no quiere decir decir que el Ayuntamiento deba “reanudar el servicio”, es como si se le pidiera a la Iglesia que reanude la atención de las personas mayores que, en la época del Difunto, les dispensaba en el asilo del Hospital: cada perro se debe lamer su cipote.
Ahora bien, si al jabeñerío le hace tilín que las campanas le sosieguen tañiendo los cuartos, las medias y las horas enteras, será custión de ponderarlo, ver qué cuesta y quién lo paga y aluego decidir;: y que no se menfade don José, al que aprecio mucho como hombre y del quespero sepa encajar esta humorada. Es más, personalmente, estaría dispuesto a colaborar humildemente –como la mayoría de los jabeños- para retomar costumbres que subrayen los sabores pueblerinos.
Pero la Iglesia (bueno, las iglesias) y el Estado deben caminar por separado: amigo lo que quieras, pero el burro a la linde.
Hay que preguntar, no obstante, a Pintado en Villanueva…, averavé si vastá el reló en garantía y nos ajorramos to esta cháchara.
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