La función social que cumplía el reloj es ponernos la cabecera como un sonajero a todos los que vivimos cerca de la iglesia. En lo que realmente hay que hacer hincapié, y es lo verdaderamente importante, es en los cascotes que se desprenden de una torre que se está cayendo a trozos. Esto sí que puede tener consecuencias trágicas si no se pone remedio; en pintar las rayas de la carretera que cruza el pueblo y en otras muchas cosas más que afectan a la seguridad de la ciudadanía. El reloj es feo, seguramente no tiene arreglo ni valor, y lo que se impone, si seguimos con la barrila, es cambiarlo. No sé, pero me da que no está el horno para bollos y con la iglesia habéis topado. Ciertamente, hay cuestiones sociales más perentorias. En todo caso no es al ayuntamiento a quien corresponde hacerse cargo del dichoso reloj, otra cosa será si algunos de esos cascotes provoca alguna desgracia. Porque las instituciones sí tienen el derecho de velar por la seguridad de la ciudadanía, aunque en este caso no esté dentro de sus competencias ¿os suena eso de la división de poderes?
Por cierto, Andrea, efectivamente soy el hermano de Inma. Ya sé que erais muy amigas, para cualquier cosa aquí me tienes.
Saludos
Por cierto, Andrea, efectivamente soy el hermano de Inma. Ya sé que erais muy amigas, para cualquier cosa aquí me tienes.
Saludos
hola pedro, gracias por responderme, pues si tu hermana y yo fuimos muy amigas, guardo muy buenos recuerdos de ella, me gustaria saber por donde anda y ponerme en contacto con ella seria posible? un saludo.