Buenas noches, querido vecino. Sea lo primero decirte que ¡arriba esos ánimos, hombre!, tós tenemos altibajos, igual que los príncipes, no dejes de dar un simple cantío que siempre habrá por aquí algún jabeño pa escucharte.
A mí, esta noche, me has recordado con tu envidiable memoria aquel oficio tan fúnebre que tenía el bueno de Antonio "Carnehumana", E. P. D. el hombre, es verdad aquella mesa que se echaba al hombro con un tapete negro, qué cosas.
Respecto a la familia de las "Serenas", sólo me alcanza la memoria en su bajar por la calle Villanueva vestidas de punta en flor, con unos cuerpos tupíos que daban gusto. Tengo una niebla mental con el asunto del "Sereno", recuerdo vagamente lo del saxofón, el pelo como tú lo has descrito y el talante tímido de aquel señor. Y poco más.
Miguel, anímate hombre, no dejes de asomar la cresta por aquí: que no te se quite el revesino. Un abrazo mu fuerte,
A mí, esta noche, me has recordado con tu envidiable memoria aquel oficio tan fúnebre que tenía el bueno de Antonio "Carnehumana", E. P. D. el hombre, es verdad aquella mesa que se echaba al hombro con un tapete negro, qué cosas.
Respecto a la familia de las "Serenas", sólo me alcanza la memoria en su bajar por la calle Villanueva vestidas de punta en flor, con unos cuerpos tupíos que daban gusto. Tengo una niebla mental con el asunto del "Sereno", recuerdo vagamente lo del saxofón, el pelo como tú lo has descrito y el talante tímido de aquel señor. Y poco más.
Miguel, anímate hombre, no dejes de asomar la cresta por aquí: que no te se quite el revesino. Un abrazo mu fuerte,