LA HABA: Que va, Leganés, es el cinismo del pesimista; me gusta...

-No he conocido a un ser más interesado y/o preocupado por la existencia de Dios que el ateo. Por supuesto, el existencialismo ateista de Jean-Paul Sartre negaba su existencia. Sartre decía que el concepto de Dios es contradictorio en sí mismo, y que los valores dependen enteramente del hombre y son creación suya. ideas que tuvieron mucho calado en generaciones de intelectuales, sobre todo, sus reflexiones sobre el existencialismo como humanismo, como filosofía de la acción y de la libertad: la dignidad humana radica en la libertad; gracias a ella su condición humana trasciende su situación concreta, aspira al futuro sin estar determinado por su pasado, se traza metas y construye su ser. En definitiva, Sartre opinaba que el ser humano está condenado a ser libre, arrojado a la acción y responsable plenamente de su vida, sin excusas. Tal vez esto haga pensar a algún despistado que aún hoy sigue pensando en la inocencia de nuestros errores, de nuestra ingenuidad en el desarrollo de todas las tragedias.

-Todo el que me conoce íntimamente sabe que la televisión es un medio que detesto. De esa fábrica de estupideces que cada día se ve adornada por su orla de sangre y sémen, sólo salvo algunas series excelentes como "Breaking Bad" y "True Detective". También ese magnífico programa titulado "Salvados", que está conducido por el agudo Jordi Évole (por cierto, nacido en Cornellá pero hijo de un extremeño y una granadina), un tipo capaz de cargarse en dos minutos el proyecto independentista del inefable Artur Mas. Bien, en su último programa me lo encontré delante del parlamento alemán entrevistando a un experto en economía, su pregunta fue ¿Estamos delante del centro de poder político donde se dirime la política europea? La respuesta del entrevistado: "No, los políticos son títeres, marionetas en manos de los mercados, de los bancos y las grandes empresas" ¿Pero la Merkel? "Bueno esa es su marioneta más visible, la política ya no se hace en los parlamentos, la diseñan los grandes grupos de presión, esencialmente los lobbys financieros.

-Siempre he pensado que el hombre es un ser inseguro, lleno de incertidumbres, nos pasamos toda la vida amamantados por las mujeres y aunque cambiemos de teta nunca dejamos de mamar.

"La Evasión" es para quien esto firma la mejor película europea de la historia. Dirigida por el francés Jacques Becker en 1960 (que murió sin poder asistir al estreno) nos narra la entrada en prisión de un hombre inocente acusado de intentar matar a su mujer. Un film que está basado en las vivencias reales del escritor y cineasta José Giovanni, y que se eleva como una lección magistral de la pureza en el cine: actores semiprofesionales, un guión compacto pero sencillo, iluminación y escenarios naturales, modestos pero eficaces efectos de sonido... Todo rodado con una óptica de ingeniero y una intensidad angustiosa, con una lucidez que raya lo pristino. Una obra magistral que pone en valor la solidaridad, la organización colectiva, la ética libertaria y condena la traición como un recurso dramático demasiado humano.

-Si hay una especie que siempre me ha provocado grima es esa conocida como "progres". Los tenía olvidados, y me los ha recordado una olvidada película dirigida por Fernando Colomo en 1977 titulada "Tigres de papel". Película de aires costumbristas que refleja las absurdas vivencias de dos parejas progres separadas que se entretienen filosofando sobre política en una época muy politizada, que acuden a mitines y se colocan con hachís dejando finalmente al desnudo sus carencias y limitaciones. Los progres formaban, en la década de los 70 y 80, una tribu urbana que, procedentes de familias de la clase media alta propugnaban unas ideas izquierdistas de las que siempre se olvidaban para disfrutar de lo mejor: lo último en tecnología, el buen whisky, algún que otro porrito para ambientar las largas noches de conciertos (de Luis Pastor o Paco Ibáñez) y asambleas. A ellas se les veía con largas faldas de flores y ellos siempre llevaban barbas pobladas y El País debajo del brazo (asidero fundamental que marcaba la corriente de la época). Recuerdo que vivían con un miedo atroz a ser apaleados por los fachas, y alguno que conocí había probado ya sus vergajos. De esa izquierda de salón no queda ya nada, sólo la vergüenza retrospectiva de unos nostálgicos que lo consiguieron todo: un buen trabajo, un buen coche y un estupendo plan de jubilación. Todos fueron penetrados por la vida acomodada burguesa y se olvidaron de aquello que cantaban en su patética travesía hasta llegar al sillón: "Con tu puedo y mi quiero vamos juntos compañeros". Todo es mentira.

Hola, querido Leganés, mis niveles de cordura me procuran un sufrimiento perpetuo.

Un abrazo a todos los queridos foreros.

Tratando de unir la última línea de tu escrito, donde te sentencias al sufrimiento in eternum por tu cordura, y la primera, en la que comienzas –nada menos- que con el existencialismo de Sartre, yo, que quiero lo mejor para ti, te animo a que racionalices la evolución de este sabio desde su obstinado pesimismo descrito en La náusea hasta posiciones más humanistas en sus obras postreras de finales de los cuarenta; porque el hombre depende de sí mismo, se trasciende, él sólo se legisla y él sólo se salva o se condena. Si te consideras libre, te encontrarás digno, y sin determinismo alguno (ni siquiera del pasado) te puedes construir tu ser: dejando a los dioses tranquilos, que bastante tienen con sus propias cuitas y egocentrismos. Me gusta leerte, pero rezumas aflicción. ¡Al carajo con todo esto!

Mi querido Pedro, no me sufras na más que lo justo, ¡por la virgen de Lantigua! Pero si esto es un tris, hombre de dios…., tómate un “legendario” desos y que sea lo que dios quiera, jejeje, que aquí hemos venío a pasarlo bien, el cielo está aquí (también el infierno, el purgatorio y el limbo). Si tú crees que tu cordura te inflige sufrimiento pa siempre, asciende un par descalones más hacia la locura del parnaso donde están tós los mejores, pero no sufras, acerquémonos a la locura, encomiémosla como hizo Erasmo y ya verás como nos aparece la sonrisa (por cierto, questo se me olvidó decírtelo, yo veo a mi alrededor mucha gente que sonríe, yo sonrío), ya te confesé, no obstante, mi candidez: anda, no te tomes tan en serio las cosas, joé, quel mundo, el universo -volviendo a Sartre- eres tú.

Oye, hablando de cosas serias, a mí las tetas me gustan con delirio: si no me hubiera empujado tanto hermano por detrás, me hubiera metío en la escuela mamando: y aluego, las otras tetas, me gustaron más entoavía. Mira, una noche de los últimos años sesenta fui al “Tabarín”, quera una sala de fiestas de Mérida, un cabaret bastante entrañable, más que un puticlub era un escaparate de meretrices a las que podías llevarte después de tomar unas copas, si querías, pero el polvo costaba más que una fanega de tierra; total, que me puse en la barra y me pedí una copa, y en seguía vino una dellas y me dijo aquello de “ ¿me invitas, guapo, a un pipermín”?, y yo, que iba avisao del precio, dije que no rotundamente; pero entre las luces, la música, el cubata, los perjúmenes, al final cedí: “anda, tómatelo”, le dije, contando a la vez con la mano derecha en el bolsillo unos cuantos de billetes de veinte duros pa ve mi situación de liquidez. Y en esto, Pedro, quesa mujer se quita una prenda de interior y me dice: “Ya que mhas invitao, mete un rato la mano por aquí”. Bueno, bueno, bueno: toqué tres tetas, Pedro, tres tetas enteras y bien duras tenía la mujé. Chascho, al primer toque me dio un poco de repelús, pero aluego -ya encaliente- entré en un juego gustoso y, ¡qué coño!, “a más tetas más gusto”, pensé, pero sólo duró -afortunadamente- el tiempo que tardó en beberse aquel pipermín descafeinao en tres trasgos, uno por cada teta: tengo mu dicho quel mundo del puterío me apasiona como fuente de aprendizaje, observatorio singularísimo de la condición humana y como verdadero escenario trágico-cómico desta vida, pero nunca se dieron las circunstancias necesarias para ejercitarme enél.

No he visto La evasión, será difícil verla ya, pero me tomo buena nota porque ese tipo de cine me encanta, debe ser algo freudiano pero me extasía esa imperiosa búsqueda de libertad a la que todo preso tiene derecho, a concebirla como meta, como anhelo: Cadena perpetua, La gran evasión, La fuga de Alcatraz o La cabina, todas ellas me hicieron sufrir la claustrofobia y disfrutar de la libertad cuando era el caso. Y el tema de la traición en la condición humana me interesa sobremanera, en mi dilatada vida laboral tuve un concepto cuasi marcial de la lealtad, la valoro por encima de la eficiencia, y será motivo un día de estos de una humilde reflexión por mi parte en este Foro Jabeño.

Bueno, questo salarga: no te tomes to esto como una diatriba, que te conozco, ni sugerencia, consejo o lección alguna, por dios, questo es pa entretenernos y namás. Te deseo lo mejor y tabrazo.

Que va, Leganés, es el cinismo del pesimista; me gusta visitar la verdad cuando tanta gente lo hace sólo de vez en cuando. En mi última entrada hago uso de un ejercicio muy común en mi escritura; atrapar la fugacidad y diversidad de los pensamientos de manera automática, de ahí esos saltos de eje. Era fácil entenderlo por el epígrafe.

Pero si ya tomo ese exquisito elixir llamado "Legendario", es lo que más me gusta, sobre todo el de 15 años, aunque si tomo algunos de más es cuando verdaderamente me aflijo. Verás lo de Sartre no tiene mayor importancia, retengo en la memoria demasiadas cosas que leo, y sé por los comentarios que me llegan que a bastante gente le resulta interesante, de lo cual deduzco que, a pesar de lo que tú piensas, les entretiene. De hecho a mí mismo me extraña, cuando yo siempre he sido el mismo y llevo muchos años juntando palabras; se trata de aportar una visión ácida, diferente, sólo son pensamientos, reflexiones, filosofía, que es muy importante para saber cómo surgen los conceptos, cómo se define la realidad y cómo hacer del pensamiento algo para transformarla ¿que no es rentable? tal vez no a corto plazo, pero y lo que te hace pensar. De modo que te pido que me perdones esa incomodidad.

Joder, esa tía de las tres tetas - ¿no tendría también un verruga en un diente?-además de provocar calentones, de conseguir eso tan procaz de que los tíos se pusieran verriondos, tendría que haber tenido también una actuación estelar en un circo al lado de la mujer barbuda. No sé, no sé, si a mi esas cosas tan singulares me pondrían a tono, aunque como decía Jimi Hendrix siempre he vivido abierto a todas las experiencias.

En fin, intenta ver "La Evasión" porque jamás la olvidarás, es mucho mejor que esas que me citas aunque "Cadena perpetua" es muy buena. Y si te interesan las pelis de ese subgénero carcelario, algún día te puedo facilitar una lista donde se encuentran las mejores.

Otro día hablaré del por qué unos pocos ricos tienen lo mismo que diez millones de pobres... o mejor no, ya sabes que los conceptos de izquierdas y derechas son para mí tan volubles como un pedo.

Ahora estoy riendo, un abrazo.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Si no te importa, cuando tengas tiempo, me das las señas de la Verdad que no sabes con qué ahínco y durante cuánto tiempo llevo buscando a esa señora: qué cosas tienes, joío, jejeje. Oye, extrañándome mucho que la verdad pueda tener domicilio fijo, me sorprende aún más que haya jabeñerío -en base a esos comentarios que parecen llegarte- que esté interesado y sentretenga con pensamientos tan despeinados: me alegro un montonazo, ya sé de sobra que nos lee gente mu jonda, pero nunca me llega nada de sus gustos lectores ni tampoco he sido capaz de averiguarlos. Para mí no hay ninguna incomodidad en nada que sea leíble: puedo pasar del catecismo “Ripalda”, avalado por el Difunto, a esas reflexiones que te ocupan, me encantan los contrastes, y me alegra saber que haya foreros abiertos a ellas.

Pero pasemos a lo serio. La primera vez que oí hablar deso de las tres tetas, fue en una biografía de Enrique VIII de Inglaterra (otro gran erotómano, Pedro, más caliente que la plancha un satre), en la que me sorprendió leer que Ana Bolena “padecía” de polimastia supernumeraria (al menos tres tetas) si bien una de ellas la tenía en la axila y sin pezón, y, la verdad, si yo hubiera percibido ese desgajo en aquel cabaret, me hubiera negao en rotundo a pagar el pipermín: el cisma que armó Su Majestad fue desproporcionao. Y rematando, esto es importante, hay varones que también tienen tetas, pero no las ubres que tenemos los que estamos gordos, no, tetas de verdad, repartidas en el eje que va de las axilas hasta el escroto, como las cochinas de cría, sin cachondeo: y es que yo, que creo mucho en Darwin, me digo que a la postre semos simios con el rabo atrofiao.

Termino con una cosa más seria entoavía. Siempre bebo buen vino (excepto el pitarra que comparto con “Porrita”, al que mando un beso, ques un insufrible brebaje, jejeje), las bebidas destiladas no me gustan, y me permito sugerirte que rebajes la aflicción que te infiere el ron (lo de “15” es pura mercadotecnia) con una moderada dosis de vino “Pago de Carraovejas”, subirás al cielo sin pasar purgatorio alguno: sosiega, atrae la sonrisa, enriquece el verbo, inspira, erotiza hasta el paroxismo e induce al sueño, ¿se puede pedir más?

(Siempre añado, cuando hablo de esto, que no me he emborrachado en mi vida, pero he mentido, lo sufrí una vez con 13 años, era nochebuena -junto con mi entrañable amigo Joaquín “Kagatinta”, E. P. D.), fue de anís y es inefable contarlo: nunca más, Santo Tomás.

Un abrazo, ... (ver texto completo)