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LA HABA: Tras la muerte de Franco, la llegada de la Transición...

Tras la muerte de Franco, la llegada de la Transición política, la caída de la censura y la creación de la clasificación “S” para las cintas de softcore o porno blando (películas que en tono dramático o de comedia inventaban un pretexto para poder mostrar partes íntimas de la anatomía femenina) una parte importante de la industria española se dedicó a fabricar subproductos de ínfima calidad que, con carácter oportunista, tenían como objetivo triunfar en la taquilla. A pesar de su aparente naturaleza transgresora, este Cine del Destape abrigaba algunos síntomas machistas y retrógrados, y a medida que fue avanzando la década de los 80 entró en decadencia debido a la normalización de las salas X y el hartazgo del público.

Pero justo será señalar que pocas veces una corriente cinematográfica ha arrastrado a tantos espectadores a los cines. Un ejemplo de ello es La Trastienda (Jorge Grau, 1976), que ha pasado a la historia por presentar el primer desnudo frontal femenino del cine español, el de su protagonista María José Cantudo. Atractivo suficiente para que casi tres millones de personas pasaran por taquilla. Esta sección se abre como homenaje a todas aquellas starlettes, actrices y reinas del destape como Rosa Valenty, Nadiuska, Susana y Blanca Estrada, Ágata Lys, Mirta Miller, Mireia Ros, Eva Lyberten, Sara Mora, Lina Romay, Helga Liné, Azuzena Hernández, Andrea Guzón, Raquel Evans, Paca Gabaldón, Amparo Muñoz, Cristina Galbó, Patricia Adriani, Norma Duval, María José Cantudo, Bárbara Rey… o la exquisita SILVIA TORTOSA (Barcelona, 1947), que ilustra esta primera entrada aunque me guarde mucho de incluir fotos en este foro. A todas ellas mi agradecimiento por su encanto y valentía unida a la necesidad, por el estímulo que representaron en mi adolescencia para pringar casi diariamente mi colección de revistas de Interviú, Lib y Macho, por su festiva imagen de sirenas libertinas con las que soñar en un espacio sociológico del color del plomo.

De la cutre filmografía de Silvia Tortosa, que debutó en el cine con 19 años en El último sábado (Pedro Balañá, 1966), y que más tarde tuvo una prolífica carrera como presentadora y actriz en televisión, sólo resalto un título, Pánico en el transiberiano (Eugenio Martín, 1972), un título simpático y atípico en el género terrorífico español cuya acción transcurría en el mítico Transiberiano Express.