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LA HABA: Hola, "fanegas", te deseo mu buenas noches. Tú eres...

Buenas noches fasmilia:
Amiga Victoria, de las ultimas cosas que yo haria, seria no atender a un animal. Desde siempre, por unas circunstancias u otras, en mi familia siempre hemos tenido "roce"con los animales y siempre nos han inculcado a mi y a mis hermanos el cariño hacia los animales, a si que, estate tranquila, que mis "animales"siempre van a estar bien atendidos. Gracias por tu donacion, pero desgraciadamente ahora no tengo perros.
Una vez aclarado este temilla con la paisana Victoria, viene lo malo:
Han llegado a mis oidos, que el tema del molino, se va a solucionar de un plumazo por el "maldito"dinero. Me explico:
Supuestamente, han llegado a un acuerdo economico las tres partes implicadas, con lo cual.... todo resuelto.
La corporacion sale bien parada, el antiguo dueño, que segun el, no queria dinero porque el molino tenia cierto valor sentimental, se lo ha pasado por el forro del "pensamiento" y el intelectual que vende cosas ajenas, ahora encima se cachondea de todo el pueblo diciendo que a el por unas pocas de monedas no le iban a callar.
Bien me decia mi amigo Polonio "el municipal" que la PALANCA que mas fuerza tiene es el dinero.
Saludo al personal y ojala que me equivoque.

Hola, "fanegas", te deseo mu buenas noches. Tú eres un jabeño mu ajustao, tienes mu buen olfato y parece que también mu buen oído, pero esta vez, lo deseo fervientemente, en lo relativo al molino, OJALÁ TEQUIVOQUES. Vamos a ver cómo termina la molienda, seguiremos opinando.

No puedo, sin embargo, dejar de anticipar quel vendedor del molino -que no puede salir impune deste desmán, por mucho que el tripartito al que te refieres lo diera por resuelto- ha remitido (vía cacharro) unos mensajes ofensivos pal jabeñerío; su contenido -cuyo texto he tenido el disgusto de leer- le autorretratan como un hombre romo, soez, altivo y chulesco que, si estuviese bien aconsejado, debería disculparse públicamente. Deste asunto, cuando terminemos de moler, hemos de hablar aquí con la perseverancia que haga falta para quedar las osas en su sitio.

Un abrazo jabeño,
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