Pues también es casualidad, porque se llama igual que mi amigo Paco Mera, un compañero de trabajo que imparte cursos de microinformática, no sé si estará unido por algún injerto pretérito al árbol genealógico. En fin, yo lo que quería comentar es que acabo de leer un libro escrito por el licenciado en Humanidades por la Universidad de Extremadura Iván García Suances (Villanueva de la Serena, 1978), un ensayo que lleva por título "Grupo de Cáceres: Fusilados en Medellín". El libro, publicado en 2008 y firmado por el autor, complementa otros que tengo como "La Guerra Civil en la Serena" (Jacinta Gallardo Moreno, 1995) y otros sobre la represión en Extremadura. Editado por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, nos pone sobre la situación de que treinta años después de la muerte de Franco y del final de la dictadura, miles de hombres y mujeres permanecen enterrados en las cunetas a lo largo y ancho del país. Sus familias no pudieron cumplir el deseo de dar una sepultura digna a sus seres queridos y el sistema democrático en el que creyeron y por el que perdieron la vida no ha sido capaz, en todo este tiempo, de garantizar el cumplimiento de los derechos humanos más básicos.
Entre las familias están las de los protagonistas de este libro, 33 ciudadanos de Villanueva de la Serena, detenidos en los primeros días del golpe de estado y hechos presos durante más de dos años, hasta que a principios de 1938 fueron trasladados de nuevo a su pueblo y más tarde fusilados en algún paraje de Medellín.
Huelga decir que sus familiares quieren recuperar sus nombres y obtener de alguna forma el reconocimiento que entonces se les negó. Como nos dice Santiago Macías, Vicepresidente y cofundador de la Asociación para la Memoria Histórica, sus viudas han muerto, sus hijos han envejecido sin tener un lugar donde dejar una flor.
El abajo firmante, que siempre ha estado, está y estará a favor de la recuperación de toda la memoria histórica, "de toda" y no de una memoria selectiva, da las gracias por este aporte a Iván García Suances y a todas las personas que de una manera u otra hacen lo posible para que la dignidad y la dimensión humana de las personas no queden enterradas para siempre en la siniestra fosa del olvido, porque como dijo Godard "el olvido del exterminio es también parte del exterminio".
Un abrazo a todos los foreros y buena suerte.
Nota: Muchos de esos fusilados son familiares de amigos míos, de ahí también mi pena y mi lamento.
Entre las familias están las de los protagonistas de este libro, 33 ciudadanos de Villanueva de la Serena, detenidos en los primeros días del golpe de estado y hechos presos durante más de dos años, hasta que a principios de 1938 fueron trasladados de nuevo a su pueblo y más tarde fusilados en algún paraje de Medellín.
Huelga decir que sus familiares quieren recuperar sus nombres y obtener de alguna forma el reconocimiento que entonces se les negó. Como nos dice Santiago Macías, Vicepresidente y cofundador de la Asociación para la Memoria Histórica, sus viudas han muerto, sus hijos han envejecido sin tener un lugar donde dejar una flor.
El abajo firmante, que siempre ha estado, está y estará a favor de la recuperación de toda la memoria histórica, "de toda" y no de una memoria selectiva, da las gracias por este aporte a Iván García Suances y a todas las personas que de una manera u otra hacen lo posible para que la dignidad y la dimensión humana de las personas no queden enterradas para siempre en la siniestra fosa del olvido, porque como dijo Godard "el olvido del exterminio es también parte del exterminio".
Un abrazo a todos los foreros y buena suerte.
Nota: Muchos de esos fusilados son familiares de amigos míos, de ahí también mi pena y mi lamento.
Estoy completamente de acuerdo con tus sentimientos relativos a recabar toda la memoria histórica; el caso del padre de Paco Mera es penoso: sus restos, las circunstancias de su muerte, el lugar, fueron buscados durante décadas en Andalucía por su familia, y lo único que se consiguió fue un certificado de su "muerte por heridas de guerra, expedido a los efectos de solicitar la indemnización a viudas de guerra" cincuenta años después de haberse producido: su viuda rechazó la indemnización y la paga, quería sus restos para darles sepultura, namás.
Más tarde, questoy enjaretándolo, subiré el relato "dos" de Paco Mera.
(Cosa más agradables: me gustaron mucho las manos hidratadas de María con sus largos dedos, da gusto.... leerlo)
Más tarde, questoy enjaretándolo, subiré el relato "dos" de Paco Mera.
(Cosa más agradables: me gustaron mucho las manos hidratadas de María con sus largos dedos, da gusto.... leerlo)