Está apagadillo el foro, dejo estos aportes para ver si se anima un poco el cotarro, no vaya a ser que nuestro particular gurú, Leganés, nos eche la bronca por la desidia y mi innata, eterna y decadente pereza.
MELLISA CLARKE, DULCE PIEL TRASLÚCIDA
Tengo miedo amor que al acariciarte con mis manos tu piel quede desprotegida como las alas de las mariposas. No quiero que nada te altere, que tu imagen siga siendo el umbral de mis sueños, donde sólo se escucha el rumor de la espuma y la afilada brisa del vértigo. Amada mía, vístete con la flor de la magnolia que simboliza la dulzura y el amor por la naturaleza, camina por los bosques impenetrables y observa los retazos de vida sin color, como residuos de un tiempo pretérito que nadie logra comprender en su presencia espectral, juega con los dados del destino, dime qué muerte procura tu salvación y silbaré sobre su tumba.
LEIA FREITAS EN LA CASA DEL MISTERIO
"Vives en la casa del misterio / cayendo con las sombras sobre ti / cierras los ojos y ya te has hecho daño / si tú te vas con quién voy a jugar / no sé”, cantaba el gran Jorge Martínez, líder de Ilegales, en su álbum homónimo de 1982. Y da igual de qué color pinte mi tristeza hoy, Leia, porque ya no te tengo aquí para jugar y ser la víctima perfecta de tu siniestra magia. No es fácil vivir así, con los espejos mostrándome tus últimas miradas de desprecio, descubriendo mi innata torpeza en cada menester, arrastrando una figura que sólo transmite caridad. Quiero vivir entre los muros, lejos de los ojos que espían mi declive, el feroz debate entre la angustia y el silencio, el patético extravío de un hombre incapaz encontrar algún rastro de luz. Mi dolor es tan intenso y puro que perdurará más allá de la vida.
Me voy al cine, disfrutad de estos días primaverales que me recuerdan aquellos lejanos años en que vivía a la sombra de las muchachas en flor.
MELLISA CLARKE, DULCE PIEL TRASLÚCIDA
Tengo miedo amor que al acariciarte con mis manos tu piel quede desprotegida como las alas de las mariposas. No quiero que nada te altere, que tu imagen siga siendo el umbral de mis sueños, donde sólo se escucha el rumor de la espuma y la afilada brisa del vértigo. Amada mía, vístete con la flor de la magnolia que simboliza la dulzura y el amor por la naturaleza, camina por los bosques impenetrables y observa los retazos de vida sin color, como residuos de un tiempo pretérito que nadie logra comprender en su presencia espectral, juega con los dados del destino, dime qué muerte procura tu salvación y silbaré sobre su tumba.
LEIA FREITAS EN LA CASA DEL MISTERIO
"Vives en la casa del misterio / cayendo con las sombras sobre ti / cierras los ojos y ya te has hecho daño / si tú te vas con quién voy a jugar / no sé”, cantaba el gran Jorge Martínez, líder de Ilegales, en su álbum homónimo de 1982. Y da igual de qué color pinte mi tristeza hoy, Leia, porque ya no te tengo aquí para jugar y ser la víctima perfecta de tu siniestra magia. No es fácil vivir así, con los espejos mostrándome tus últimas miradas de desprecio, descubriendo mi innata torpeza en cada menester, arrastrando una figura que sólo transmite caridad. Quiero vivir entre los muros, lejos de los ojos que espían mi declive, el feroz debate entre la angustia y el silencio, el patético extravío de un hombre incapaz encontrar algún rastro de luz. Mi dolor es tan intenso y puro que perdurará más allá de la vida.
Me voy al cine, disfrutad de estos días primaverales que me recuerdan aquellos lejanos años en que vivía a la sombra de las muchachas en flor.