LA HABA: A todos os digo que me parecen estupendos los testamentos...

A ver, Mª Nieves, hace unos días he estado revisionando una trilogía de películas que su autor, el director italiano Michelangelo Antonioni, bautizó en su día como "Trilogía de la Incomunicación", y que está compuesta por La aventura (1960), La noche (1961) y El eclipse (1962). La incomunicación y el aislamiento son temas mucho más candentes ahora que cuando se rodaron esas películas (el capitalismo salvaje ha tenido mucho que ver en ello), ese "taxidermista de almas" que fue Antonioni, describe en ellas el final de los sentimientos en la pareja y la alienación del ser humano, anudado en la fría geometría de los espacios urbanos y la lucha por la supervivencia.

Lo que me ha llamado la atención de tu comentario, y es por eso por lo que bufaba, es que dices que los comentarios largos no los lees (mi respuesta ha sido muy corta y veo que sí la has leído), que no te interesan porque supongo que te aburren. Lo respeto. Y es que, amiga, estamos acostumbrados a comunicarnos a través de ventanitas, de mensajes de textos horriblemente escritos en el WhatsApp, Telegram, line, mails, redes sociales... que se estructuran básicamente con monosílabos, exclamaciones y onomatopeyas. A pesar de todos esos circuitos, estamos más incomunicados que nunca, enviamos demasiados mensajes y cuando nos encontramos frente a frente no tenemos nada que decirnos y ni siquiera nos miramos a los ojos. A pesar de que nunca hemos intimado, a mi me interesa lo que tú tienes que decir, y da igual lo que sea, si es corto o si es largo, si es superficial o profundo, por que tú -como los demás amigos del foro- me interesas como persona, como mujer y como alma errante de un mundo en el que cada vez tendremos que gastar más energía para hacerlo más digerible y transitable. Por cierto, en donde la incomunicación hace más estragos es en las relaciones de pareja, convertidas las más de las veces en resoluciones contractuales que se entienden más como una operación mercantil que como una aventura apasionante.

Te contaré un secreto; cuando me levanto por la mañana y conecto el móvil tengo siempre un mensaje que me avisa de que tengo 500 o 800 mensajes sin leer (me refiero a correos electrónicos, no WhatsApps,) mensajes que se han ido amontonando en el curso de unas pocas horas, lo que me hace pensar que a la gente sí le interesa lo que les cuento ¿y sabes cuál es mi pena? No poder dar respuestas a cada uno de ellos, pero algún día llegaré a entender por qué tanta gente se confiesa conmigo ¿porque sé guardar sus secretos? O tal vez huyan de la incomunicación, de la gente que no les escucha, del hastío que les provoca tanta vulgaridad y ordinariez.

Un abrazo, querida, espero no haberte aburrido, me sentiría decepcionado.

A todos os digo que me parecen estupendos los testamentos sobre todo pa los que vayan a coger algo de la herencia pero que yo me quedo con el dicho de que lo bueno si breve dos veces buenos y como la cosa de momento no esta pa herencias no quiero leer ningun testamento. Buenas noches
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Pues muy bien, he intentado ser razonable, pero veo que no hay manera, hala, lee lo que quieras, lee El Quijote... y tendrás de herencia la sabiduría, y que le den por culo al punto dinero.
No te vayas, mujer, que semos mu pocos.

Un día que jugaba el Real Madrid y el Barcelona en el Estadio Santiago Bernabéu, con todas las entradas vendidas y jugándose todo un campeonato de liga, llamó un señor por teléfono al estadio preguntando, " ¿Oiga, a qué hora es el partido?", a lo cual el recepcionista le contestó: “ ¿A qué hora puede usted venir?”

Jejeje, los testamentos de los pobres, MªNieves, son mu cortos o no se hacen. El mío es asina: "Si yo me muero, to patí; si te mueres tú, to ... (ver texto completo)